Los productos azucarados llaman la atención de los niños debido a su agradable sabor, además, de los métodos publicitarios para ser aún más deseados. Si bien, los pequeños son felices ingiriendo azúcar, esa sonrisa se verá trasformada en el mediano plazo debido a las consecuencias que tienen los excesos en el cuerpo humano.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 42 millones de niños menores de 5 años ya sufren de obesidad o sobrepeso. Este alarmante dato tiene como base el excesivo consumo de alimentos ultraprocesados, incluidos aquellos que contienen altos niveles de azúcar.

Organismos internacionales como la OMS y la OPS hacen referencia a los azúcares libres como los más dañinos para el cuerpo humano, en especial el de los niños. Así como lo explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en una directriz reciente.

“Los azúcares libres se refieren a los monosacáridos (como la glucosa y la fructosa) y los disacáridos (como la sacarosa o el azúcar de mesa), que se agregan a los alimentos y las bebidas por el fabricante, el cocinero o el consumidor, así como azúcares que están naturalmente presentes en miel, jarabes, jugos de fruta y concentrados de jugo de fruta”, explica.

Las siguientes son algunas razones por las que los padres de familia deben evitar el consumo excesivo de productos azucarados en los niños:

* Afecta el aprendizaje

Está comprobado científicamente que el exceso de azúcar puede tener un efecto nocivo en la salud cerebral, afectando las capacidades de aprendizaje y memoria de los niños. Habilidades que son primordiales en el desarrollo cognitivo de los menores.

Según explica el portal experto en temas de salud Infosalus, incluso desde antes del nacimiento, los bebés están expuestos a los riesgos que trae consigo el consumo de azúcares. Durante su estancia en el útero, los fetos cuya mamá tuvo una dieta alta en azúcares, tienen mayor probabilidad de afectar su capacidad de aprendizaje durante una importante parte de la niñez.

* Hiperactividad

El consumo excesivo de azúcar en los niños no solamente se verá reflejado en su salud sino también en su comportamiento. A pesar de que los niños por naturaleza suelen ser en su mayoría hiperactivos, el consumo abusivo de azúcar aumenta la posibilidad de que dicho comportamiento se torne agudo.

Las acciones impulsivas y la distracción hacen parte de la hiperactividad impulsada por el azúcar, así como lo explica el sitio experto, MedlinePlus.

“La hiperactividad se refiere al aumento del movimiento, las acciones impulsivas, distraerse fácilmente y a un periodo de atención más corto. Algunas personas creen que los niños son más propensos a ser hiperactivos si consumen azúcar, edulcorantes artificiales o ciertos colorantes de alimentos”, señala.

* Obesidad

Hoy en día las cifras de obesidad en niños se encuentran disparadas por cuenta de los malos hábitos alimenticios que se ponen en práctica desde edades tempranas. Para la Academia Nutrición y Dietética, el consumo de azúcar está relacionado con la aparición de sobrepeso en los niños y niñas.

“Los estudios han demostrado que superar las recomendaciones de consumo de azúcar libre, en particular a partir de bebidas azucaradas, se asocia con un riesgo significativamente mayor de sobrepeso y obesidad”, expone.

Por esa razón, los expertos recomiendan a los padres de familia estar muy pendientes sobre el tipo de alimentos que se les compra a los pequeños, así como los que se consumen en escenarios como la escuela o el jardín. Una asesoría nutricional por parte de un profesional será de gran ayuda para establecer con plena seguridad cuál es la alimentación adecuada.

Fuente: Semana