La científica que ganó la carrera para entregar la primera vacuna contra el coronavirus ampliamente utilizada en el mundo dijo que las personas pueden estar seguras de que las inyecciones son confiables, y que la tecnología detrás de ellas pronto se utilizará para combatir otro flagelo global: el cáncer.

Ozlem Tureci, cofundadora junto a su esposo de la empresa alemana BioNTech, estaba trabajando en una forma de aprovechar el sistema inmunológico del cuerpo para combatir los tumores cuando el año pasado se enteraron de un virus desconocido que infectaba a personas en China.

En ese momento la pareja decidió aplicar la tecnología que habían estado investigando durante dos décadas a la nueva amenaza, y denominó al esfuerzo como “Proyecto Lightspeed”.

Tras esto, y en apenas 11 meses, Gran Bretaña autorizó el uso de la vacuna de ARN mensajero (ARNm) que BioNTech desarrolló con el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer, seguida una semana después por Estados Unidos. Decenas de millones de personas en todo el mundo han recibido la vacuna desde diciembre pasado.

“Vale la pena tomar decisiones audaces y confiar en que si tienes un equipo extraordinario, podrás resolver cualquier problema y obstáculo que se te presente en tiempo real”, dijo Tureci durante una entrevista con la agencia AP.

A medida que el perfil de BioNTech ha crecido durante la pandemia, también lo ha hecho su valor, proporcionando fondos que la empresa puede utilizar para perseguir su objetivo original de desarrollar una nueva herramienta contra el cáncer.

Las vacunas fabricadas por BioNTech-Pfizer y su rival estadounidense Moderna utilizan ARNm para llevar instrucciones al cuerpo humano para producir proteínas que lo preparen para atacar un virus específico. El mismo principio se puede aplicar para que el sistema inmunológico se enfrente a los tumores.

“Tenemos en desarrollo varias vacunas contra el cáncer diferentes basadas en ARNm”, dijo Tureci, directora médica de BioNTech.

Cuando se le preguntó cuándo podría estar disponible una terapia de este tipo, Tureci señaló: “Eso es muy difícil de predecir en el desarrollo innovador. Pero esperamos que dentro de solo un par de años también tengamos nuestras vacunas contra el cáncer en una etapa en la que ya podamos ofrecerlas a las personas”.

Por ahora, Tureci y su marido Ugur Sahin están tratando de garantizar que se entreguen las vacunas contra el Covid-19 que distintos gobiernos del mundo ya ordenaron. Esto además de que las dosis respondan de manera efectiva a cualquier nueva mutación en el virus.

Fueron premiados

Este viernes el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, le otorgó al matrimonio fundador de BioNTech una de las más altas condecoraciones del país, la Orden del Mérito, durante una ceremonia a la que asistió la canciller Angela Merkel, una científica capacitada.

“Comenzó con un medicamento para tratar el cáncer en un solo individuo, y hoy tenemos una vacuna para toda la humanidad”, le dijo Steinmeier a la pareja.

Antes de la ceremonia Tureci había dicho que recibir el premio fue un honor, aunque al mismo tiempo insistió en que haber desarrollado la inmunización contra el coronavirus fue el trabajo de muchas personas.

“Se trata del esfuerzo de muchos: nuestro equipo en BioNTech, todos los socios que participaron, también los gobiernos, las autoridades reguladoras, que trabajaron juntos con un sentido de urgencia”, afirmó Tureci y agregó: “A nuestro modo de ver, este es un reconocimiento a este esfuerzo y también una celebración de la ciencia”.