El 80 por ciento de los argentinos asegura que las empresas no incentivan la buena alimentación y aunque desde hace tiempo las medianas y pequeñas firmas adoptaron el servicio de viandas, el comedor en planta sigue siendo ‘la más recomendable opción‘, según especialistas.

El estudio de Adecco, una agencia de recursos humanos que investigó el tema en 950 trabajadores a través de las oficinas que tiene en el país, analizó la forma en que los empleados se alimentan durante el horario laboral.
 

Al respecto, la Organización Panamericana de la Salud sugiere que sean poco elaboradas pero hechas con ingredientes de calidad. ‘Sólo el 16 por ciento de los trabajadores encuestados afirmó tener comedor en el lugar de trabajo -lo que no implica que la comida sea elaborada en el lugar-‘, dijo a Télam Pablo Liotti, que coordinó la investigación de Adecco.

Rosa Labanca, médica especializada en Nutrición y directora de la carrera en la UCA, dijo a Télam que ‘históricamente, las empresas grandes han cubierto esta necesidad con buena variedad de ensaladas, pastas y carnes -no siempre estas últimas de la mejor calidad- pero han sabido elaborar buenas comidas.

La facilidad de cocinar y servir los platos en el mismo momento y lugar favorece la buena calidad de la alimentación‘, estimó la médica.

Labanca opinó que la peor alternativa, muy común entre los empleados de las oficinas, es llamar al delívery, ‘ya que por lo general las propuestas son entre un 20 y un 30 por ciento más calóricas, al utilizar más aceite de lo recomendado, como estrategia comercial para ganar al cliente con una oferta más sabrosa‘.

El informe revela que el 37 por ciento de los trabajadores alterna entre llevarse viandas de su casa y comprar comida fuera del trabajo; el 34 por ciento lo resuelve sólo con viandas de su casa; y sólo un 13 por ciento compra comida; en estos dos últimos casos, diariamente.

El 45 por ciento de los trabajadores se lleva o compra comida elaborada; y mientras el 31 por ciento opta por algo más fácil como la comida rápida, el 24 por ciento se lleva para almorzar lo que sobró de la noche anterior, detalla el estudio.
 

Mientras más de la mitad -el 60 por ciento- afirma que depende de la cantidad de trabajo que tenga ese día para respetar el horario del almuerzo, apenas el 24 por ciento se tomará el horario de almuerzo completo y el resto (16 por ciento) no le dará importancia, simplemente comerá en el lugar mientras sigue trabajando.

Casi la mitad, el 46 por ciento de los trabajadores, expresó que a veces, las diferentes circunstancias del día laboral ‘dificultan que pueda alimentarse adecuadamente‘; en cambio, el 32 por ciento sostuvo que en ese caso ‘puede ocuparse de su alimentación‘; y sólo un 22 por ciento explicó que para ellos ‘no hay impedimento para alimentarse correctamente‘, según el informe.