Las redes sociales cambiaron muchísimas cosas, desde la forma en la que los medios de comunicación transmiten las informaciones al modo en que las personas interactúan. El mundo virtual es un área gris del que a veces no se tienen claros los límites y eso puede representar un serio problema si estás en una relación.

Situaciones como vigilar si tu actual pareja sigue a sus ex en las redes sociales, un ‘me gusta’ de alguien que no conoces o un comentario en algún posteo pueden derivar en una discusión y, en ocasiones, hasta en una ruptura.

Ante el avance de la tecnología y la masificación de los smartphones, las redes sociales se convirtieron en un reto más para las parejas. Una encuesta del Pew Research Center de 2014 comprobó que el 45% de los millennials encuestados afirmaron que éstas habían tenido un “gran impacto” en sus relaciones.

Algunos pueden minimizar la importancia de las redes sociales en su vida, pero los sentimientos que éstas generan son reales y, como tales, no hay que subestimarlos. Se tienen que tener claros los límites, no lastimar sentimientos ajenos y tener una relación sana.

Priorizá a tu pareja. El "phubbing" es el término que se usa para referirse a la adicción al celular que hace que uno esté más atento al teléfono que a la persona que se tiene al lado. Tenés que hacer que tu compañero/a se sienta que lo aprecias, le prestas atención y es tu preferencia por encima del mundo virtual.

Preguntá antes de compartir. Suele suceder en las relaciones de pareja que uno de los miembros es más activo que otro en las redes, una diferencia que puede desencadenar peleas. Para prevenir este tipo de problemas, lo mejor es plantear qué límites son tolerables para cada uno. Así y todo, si querés ahorrate problemas de cabeza lo mejor es preguntarle a tu pareja antes de publicar una foto, estado, información o video.

Si no lo harías en persona, mejor tampoco en las redes. El mundo online complica a veces los límites claros sobre qué se considera una infidelidad o una falta de respeto al otro. Imaginá que tus comentarios en el muro o fotografía de alguien los estuvieras haciendo con tu pareja al lado, si crees que no le gustaría, no los hagas ni en las redes.

No espíes. Si tenés la necesidad de fijarte qué está haciendo el otro o necesitás sus contraseñas para comprobar que no hace nada malo es una señal de alarma, pues no existe confianza y sin ella, la relación no va a poder prosperar.

No pienses mal de entrada. Puede que haya algún comentario o alguna persona a la que se sigue que te haga ruido, en ese caso lo mejor es preguntar y salir de dudas y no tratar de llegar solo a las conclusiones, porque sin toda la información no se llega a la solución correcta.