La piel es el órgano del cuerpo humano más grande que existe y al que hay que prestar más atención de lo que uno cree. Algunos tratamientos de belleza, determinados productos, medicamentos o hábitos poco saludables la pueden afectar y hasta llegar a deshidratarla. Las consecuencias más inmediatas de esto es la aparición prematura de arrugas y líneas de expresión de las que luego es muy complicado deshacerse.

Con los meses de mayor temperatura la deshidratación cutánea es uno de los problemas más frecuentes y es necesario estar atento a los indicios para poder hacer hago al respecto de forma precoz. A veces se confunde con la piel seca o alguna otra afección dermatológica pero en este caso la solución no es cosmética sino simplemente aumentar la cantidad de agua en el organismo.

La piel deshidratada es producto de factores externos tales como:

- Temperatura elevada.

- Poca humedad en el ambiente.

- Uso de productos agresivos o secantes.

La piel es la barrera protectora del cuerpo contra enfermedades e infecciones por lo que no se trata únicamente de una cuestión estética que su aspecto sea el adecuado.

¿Cuáles son los indicios de que tu piel está deshidratada?

Para identificar una piel deshidratada debés fijarte en:

- Tirantez: si notás que la piel está más tirante del normal es que le falta hidratación. Puede deberse al uso de determinados productos cosméticos que afectan a los aceites esenciales, ya sean cremas, ungüentos o exfoliantes. Para evitarlo lo más recomendable es usar un limpiador más suave que remueven las impurezas de la piel con menor agresividad.

- Descamación: el viento, el sol o los contrastes de temperatura tan frecuentes en esta época del año por los aires acondicionados hacen que la humedad de la piel se reduzca y suscita la aparición de escamas, que además de ser poco estéticas pueden generar picores y molestias leves. Lo más recomendable es primero no rascarse porque puede empeorar el cuadro y después usar una buena crema hidratante y nutritiva para ayudar a la piel a regenerarse y a calmar la irritación.

- Poco brillo: cuando especialmente el rostro tiene un aspecto cansado y menos brillante de lo normal no siempre es culpa del estrés o la falta de sueño. En algunos casos el motivo principal de la piel apagada es la falta de hidratación. Lo mejor en estos casos es elevar la ingesta de agua y líquidos así como alguna crema hidratante que aporte vitalidad.