La primera definición que se piensa al hablar de memoria muscular es la capacidad de repetir movimientos con mayor facilidad cuando ya se han realizado en el pasado. Y los principales exponentes de ello son aquellos aficionados al ejercicio físico que pueden abandonar la actividad y tiempo más tarde recuperar el estado con suma celeridad.
 

Si bien existen determinadas estipulaciones sobre la razón por la que los músculos de los atletas se recuperan más rápido cuando vuelven a entrenar luego de un largo tiempo de inactividad, hasta el momento esta respuesta tenía un origen poco preciso. Sin embargo, un nuevo estudio le pone sustento científico a una explicación: la genética.
 

Una investigación liderada por un equipo de la Universidad de Keele del Reino Unido y publicada en la revista Scientific Reports de Nature, asegura que el músculo esquelético humano tiene una memoria epigenética determinada por un crecimiento más temprano, que permite una recuperación rápida.
 

Los resultados contrastan, por ejemplo, con otras teorías, como la del biólogo Kristian Gundersen y el aumento de mionúcleos en las células de las fibras musculares. O, más simple, difiere con el estiramiento de la fascia, una capa de tejido fibroso que rodea los músculos, que favorece el crecimiento muscular por haber quedado holgada.
 

En concreto, los expertos detectaron genes específicos que, según creen, pueden ayudar a mejorar los tratamientos para los atletas que se recuperan de las lesiones. Aunque la implicación mayor del descubrimiento es para aquellos atletas que consumen medicamentos para mejorar la performance y la construcción muscular, ya que los propios genes alargarían los efectos de los fármacos.