Aunque estamos en invierno y cuesta más pensar en la posibilidad de airear los ambientes, porque hace frío, hacerlo genera un beneficio para la salud. Es que se pueden acumular toxinas dañinas, que pueden provocar enfermedades graves y crónicas.

Según un estudio realizado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, en una casa hay entre 5 y 10 veces más sustancias tóxicas que en el exterior, en plena calle. Un ejemplo de la cantidad de elementos nocivos que podemos encontrar en el interior es el formaldehido, un compuesto químico que poseen los muebles o los objetos plásticos y que pueden provocar cáncer.

También, se concentran humo de cigarrillo, polución, restos de combustibles, aerosoles, suciedad acumulada en alfombras o mosquetas, gases y diferentes sustancias que provocan cáncer o que potencian enfermedades en las vías respiratorias.

Por eso, es fundamental ventilar a diario nuestro hogar y lograr mantener el aire saludable, sin olores a encierro y lleno de vitalidad. Lo recomendable es realizar la ventilación al menos cuatro veces por día, durante 10 minutos cada vez, y hacerlo preferentemente por la mañana, porque es cuando mayor concentración de CO2 hay en los ambientes y hay menos contaminación en el exterior. Además, se debe evitar secar la ropa lavada en el interior ya que puede provocar un tipo de moho doméstico nocivo para la salud.

Especialistas en el área de la salud aconsejan no usar alfombras, evitar los aerosoles, utilizar productos de limpieza caseros y naturales, no usar mucha cantidad de electrodomésticos, para evitar la contaminación electromagnética, utilizar pintura ecológica para interior y no fumar en los ambientes.

Efectos adversos de no ventilar la casa

Algunas de las afecciones típicas de no tener una buena ventilación en casa pueden ser las alergias, mareos, insomnio, dolores de cabeza frecuentes o migrañas fuertes, dermatitis, asma, debilidad en el sistema inmunológico y enfermedades en la piel.


Fuente: Rumbos