La viruela de mono mantiene en especial alerta a las autoridades sanitarias mundiales. Luego del primer caso detectado en el Reino Unido, esta enfermedad proveniente de África ya se desparramó por otros 22 países, siendo el brote más grande en países no africanos en sus 50 años de historia.

Recientemente, el Ministerio de Salud Nacional confirmó los dos primeros casos de pacientes con esta enfermedad en Argentina, ambos hombres adultos con antecedentes de viajes a España.

Más allá de esa coincidencia, en muchos casos no existe un vínculo obvio entre los grupos afectados, lo que aumenta la posibilidad de una transmisión local no detectada del virus. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) exigió a los países del mundo redoblar esfuerzos para evitar más infecciones.

En este contexto, es de especial importancia entender cómo se comporta el virus en cuanto a su más grande propagación histórica por fuera de África.

Principales aspectos de la transmisibilidad de la viruela del mono

El comienzo de los brotes recientes

En lo que respecta a los últimos brotes de la enfermedad por fuera de África, se sabe que son muy similares a la de una cepa de viruela del mono localizada en 2018 y 2019 y que sus casos se vincularon con viajes a África occidental. Ésta sería menos letal - un 1% - mientras que la detectada en África Central asciende al 10%.

La explicación de su esparcimiento podría ser bastante sencilla y tendría que ver con que el primer infectado no africano del año pudo haberse contagiado a través del contacto con un animal o humano portador del virus en África. De todas formas, y aunque menos probable, puede que el virus ya estuviese circulando fuera de África por brotes anteriores.

La diferencia de propagación de este rebrote con los anteriores

Lesiones, fluidos corporales, gotas de respiración o contacto con animales infectados: esos serían los mayores vehículos de transmisibilidad de la viruela del mono. En este rebrote, el factor vinculado a las relaciones sexuales es especialmente estudiado por los investigadores como impulsores de transmisión del virus.

De todas formas, expertos afirman que los casos relacionados con la actividad sexual no significan que el virus sea más contagioso o se transmita sexualmente, solo que el virus se propaga fácilmente a través del contacto cercano.

Con respecto a su transmisión a través de las superficies, “la viruela del mono puede sobrevivir durante mucho tiempo fuera del cuerpo, lo que hace que las superficies como las sábanas y los picaportes de las puertas sean un vector potencial de transmisión”, explicó Rachel Roper, viróloga de la Universidad de Carolina del Este en Greenville, Carolina del Norte.

La explicación de los últimos rebrotes: ¿Un cambio genético?

Lamentablemente, no se puede establecer una correspondencia entre uno y otro: “Comprender si existe una base genética para la propagación sin precedentes del virus fuera de África será increíblemente difícil. Una de las razones de esto es que los genomas de la viruela del mono contienen muchos misterios”, explicó Elliot Lefkowitz, virólogo computacional de la Universidad de Alabama en Birmingham que ha estudiado la evolución del virus. 

Tras más de 17 años de diferencia entre la cepa africana central con la occidental, todavía los investigadores se esfuerzan en establecer el porqué de la mayor virulencia y transmisibilidad de la primera. 

Según expertos, el genoma de la viruela del simio es muchísimo más grande en comparación con el de muchos otros virus; por ejemplo, seis veces mayor al del Covid-19.  Por este motivo, es tan difícil de analizar. 

Los bajos recursos dedicados a la investigación y vigilancia de la viruela del mono en África serían otra razón probable de su reciente esparcimiento. 

La vacuna contra la viruela humana como posible contención

De las cosas que hasta ahora se sabe de la viruela del mono es que la vacuna contra la viruela humana tiene un elevado porcentaje de efectividad por compartir ciertas características. 

Es así que ciertos países ya han ido adquiriendo dosis. Si se avanza con esta idea, las campañas se realizarán con vacunaciones en “anillo”, inoculando a los contactos cercanos de las personas infectadas. Según la CNN, Estados Unidos ya tiene en mente ofrecer vacunas contra la viruela a algunos trabajadores de la salud que tratan a personas infectadas.