La lista de las infusiones antiinflamatorias

  1. Infusión de jengibre
    Nieves Cuesta define esta raíz como un “antiinflamatorio natural que mejora la digestión y desinflama los tejidos” y Troncoso recala en su contenido, no solo de vitaminas y minerales, sino también de enzimas proteolíticas para ayudar a hacer las digestiones. “Las infusiones de jengibre nos ayudarán a aliviar las náuseas, ya que reducen el reflujo y la acidez gástrica y, por tanto, reducen la inflamación del abdomen”, explica. Es más, la experta de Reto 48 aconseja empezar el día con una infusión de agua caliente con jengibre y limón: “No solo será desinflamatoria, sino que se dice que es beneficiosa para prevenir el cáncer”.
  2. Divino té verde
    Ya dijimos que el té no adelgaza –por mucho que en algunas ocasiones se haya insistido en que sí–, pero tiene otras bondades entre las que están también su capacidad para combatir la inflamación abdominal, tal y como nos confirma la experta de Reto 48. Además, es antioxidante y ayuda a activar nuestro metabolismo.
  3. Infusión de hinojo
    Troncoso la recomienda porque “consigue reducir la producción de gases y el dolor abdominal y favorece los movimientos del intestino”.
  4. Los grandes clásicos: manzanilla y menta poleo
    ¿Quién no recuerda a su madre pidiendo una infusión de manzanilla o menta poleo después de una comida copiosa? Es sabiduría popular confirmada por los nutricionistas ya que la manzanilla “ayuda a reducir las mucosas del estómago y, por tanto, reduce la inflamación abdominal”, explica Cuesta. Y la menta poleo es, según Troncoso, una de las infusiones más digestivas y la opción idónea para reducir la inflamación tras una comida abundante.
  5. Infusiones de canela
    Nieves Cuesta nos confirma que las famosas infusiones de canela –se preparan hirviendo agua con cortezas de canela– también son una buena opción para reducir la inflamación. Además, acompañadas de un poquito de leche, estas infusiones puede ser también una buena opción para paliar las ganas de dulce que solemos tener a primera hora de la tarde.
  6.  (con agua o con leche)
    “La cúrcuma es otro de los grandes desinflamatorios naturales que tenemos”, sentencia Nieves Cuesta. Además, se puede tomar tanto infusionada en agua como con leche vegetal caliente. Sí, la famosa leche dorada que se hizo viral –y que lleva también jengibre– puedes ser una gran idea. Pero es importante que se prepare con una leche vegetal sin azúcares añadidos y que esa leche tenga un porcentaje de alimento (por ejemplo soja, almendras, coco) superior al 5% en su composición.
  7. De hojas de laurel
    “Las hojas de laurel contienen un compuesto denominado eugenol que tiene propiedades antiinflamatorias. Tienen especial efecto antiinflamatorio en huesos y articulaciones, pero pueden ayudar a reducir la inflamación asociada a una mala digestión. Contienen ácidos grasos insaturados, antioxidantes y minerales como el potasio y magnesio que nos van a facilitar las digestiones, prevenir la acidez y reducir la formación de gases”, explica Troncoso. También tiene propiedades relajantes. Eso sí, si se toma antes de las comidas puede estimular el apetito, por lo que, tal y como apunta la experta, también es una infusión recomendada para personas que necesitan ganar peso.
  8. Infusión de regaliz
    Es dulce, rica, tiene beneficios digestivos y poder calmante, por lo que es una buena alternativa para tomar después de las comidas. “La raíz del regaliz es beneficiosa para mejorar la digestión, aliviar la irritación, el reflujo ácido y la inflamación del tracto digestivo. También puede utilizarse para reducir la distensión estomacal, mala digestión y las flatulencias. Además, alivia el estreñimiento porque tiene un efecto laxante natural que promueve el peristaltismo (las contracciones que ayudan a mover las heces por el colon)”. Además, por su sabor, disminuye el antojo de tomar algo dulce.
  9. Té de flor de Jamaica
    Además de tener propiedades antioxidantes que nos protegen de los radicales libres, tal y como apunta Parada “los ácidos de frutas presentes en esta flor pueden funcionar como un laxante y porque, además de poseer efecto digestivo, ayuda a combatir la acidez gástrica, espasmos estomacales, gastroenteritis y gases”.