El proyecto de las autoridades en toda la provincia es cambiar el tipo de especies arbóreas que se planta, con el fin de usar ejemplares autóctonos que pueden adaptarse al clima seco de San Juan y necesitan menor cantidad de agua para crecer y mantenerse sanos, sobre todo en medio de la crisis hídrica.

En este sentido, hubo un cambio con respecto a las especies que se planta en los nuevos barrios construidos por el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). Para eso, se consulta a la Secretaría de Ambiente, que es quien define qué tipo de especie debe plantarse en cada complejo teniendo en cuenta las condiciones del suelo y la disponibilidad de agua en cada lugar. 

Ya a principios de este año, desde Ambiente anunciaron que las moreras y los plátanos, que son las dos especies que más identifican al paisaje urbano de la provincia, dejarían de ser implantados en barrios y espacios nuevos. Y que, en su lugar, empezarían a poner especies como aguaribay, acacia blanca y cina-cina, entre otras. Incluso implantarán alguna especie exótica, como el fresno.

Las especies principales. En general se está optando por especies autóctonas o aquellas que necesitan menos agua para estar sanas. Las que más se está plantando actualmente son algarrobo, acacias, tipas y arabias.

Esto no implica erradicar moreras o plátanos ya existentes, sino directamente no volver a incluirlas en las nuevas etapas de forestación en toda la provincia.

Esta medida también fue trasladada y tenida en cuenta por el IPV. "Lo que hacemos en el momento de seleccionar las especies es ir coordinando con la gente de Ambiente. En los últimos meses ellos han ido plantando árboles para proveer a los barrios especies autóctonas. Teniendo en cuenta cada zona y sus características, ellos nos indican cuál es la especie más adecuada", sostuvo Yornet.

Y agregó: "La especie depende del lugar en que esté el barrio. Por ejemplo, en algunos de los últimos barrios que se ha entregado se plantó fresnos, que es una especie más resistente a la falta de agua".

Al respecto, el director de Arbolado Público de la provincia, Osvaldo Olmo, indicó que "hay que analizar cada espacio en particular para elegir qué árbol plantar, porque los ambientes y los recursos hídricos de cada zona son diferentes. Teniendo en cuenta eso, nosotros les indicamos a las autoridades del IPV qué especie se acomoda mejor a cada lugar".

A la vez, ejemplificó: "No es lo mismo un barrio en 25 de Mayo que en Zonda, donde el terreno tiene menor salinidad". Teniendo en cuenta esto, afirmó que las especies que más se están plantando actualmente son el algarrobo, las acacias (que no son de San Juan, pero se adaptan muy bien al clima seco y caluroso), la tipa y la arabia.

Otro de los cambios implementados por el IPV en torno a la forestación tiene que ver con los antiguos "espacios verdes" distribuidos en los barrios. "Lo que armamos ahora son espacios recreativos de uso común. La idea es no hacer grandes superficies verdes, porque después no se pueden mantener con las condiciones actuales de riego. Lo que se crea son espacios compartidos, con lugares de circulación. En ellos se usa por ejemplo la grancilla -es un árido que se presenta en forma de piedras muy pequeñas y que tiene un alto valor ornamental-, para que no sea tanta la superficie verde a mantener", concluyó Yornet.

Bosque de los pimientos

Todas las medidas vinculadas al arbolado público en San Juan están coordinadas en el marco del Programa Forestal Provincial, que depende de la Secretaría de Ambiente, aunque está trazado en coordinación con los 19 municipios. Es en este contexto que la repartición provincial puso en marcha la creación del "Bosque de pimientos", un predio de media hectárea sembrado exclusivamente con unos 60 ejemplares de aguaribay. Está ubicado adentro del Parque de la Biodiversidad, en Rivadavia, y una vez forestado tendrá además mesas y bancos de madera de carreteles. La idea es que este lugar sirva para crear conciencia ambiental y al mismo tiempo como espacio de recreación para la familia y para el turismo en general.