La situación de encierro y la falta de contacto con los pares no son parte de la naturaleza de las personas. Y, aunque muchos ya retomaron en gran medida su vida normal, los niños siguen siendo los más postergados en el contexto de la pandemia. De hecho, según varios profesionales sanjuaninos, el encierro perjudica el desarrollo en muchos aspectos. Es por esto que especialistas locales que trabajan a diario con niños dijeron que los alarma la realidad que los pequeños están viviendo, pues muchos hasta retrocedieron en su desarrollo y conductas, entre otras cosas. En este contexto, dijeron que los berrinches, el miedo y la desmotivación son cada vez más frecuentes entre los chicos.

Desde que comenzó la crisis sanitaria en San Juan, los especialistas tuvieron la posibilidad de observar distintas manifestaciones físicas y emocionales en niños. En este contexto, Federico García (psicopedagogo), Silvana Salazar (psicóloga), Gabriel Martínez (psicólogo) y Pablo Correa (pediatra) comentaron sus experiencias y dijeron qué es lo que les preocupa de la situación que atraviesan los niños. Y resaltaron que algunas de las manifestaciones más comunes son: irritabilidad, berrinches, trastornos en el sueño, temores nocturnos, agresividad, incontinencia, aburrimiento, desmotivación y ansiedad, entre otras cosas.

"Hay chicos que abandonaron sus tratamientos y retrocedieron en su desarrollo".
PABLO CORREA

Pediatra

"La vivencia de estas crisis sostenida en el tiempo genera paulatinamente cambios de comportamientos en los niños. Ellos pueden perder ciertos hábitos y conductas adquiridas, manifestar otras conductas que hasta el momento no estaban presentes y no poder procesar la angustia", dijo Gabriel Martínez y comentó que en gran medida estas manifestaciones de los niños están directamente relacionadas con el comportamiento de los adultos que los rodean. En el mismo sentido, su colega Silvana Salazar dijo: "Los adultos tienen mucha angustia ante esta pandemia. Y es ese temor de los padres el que los niños muchas veces proyectan. Claramente están más irritables e hiperactivos. Y eso los lleva a que a nivel emocional, los berrinches sean muy habituales".

Otras de las manifestaciones que los especialistas dijeron ver en mayor medida son la desmotivación y el miedo de los niños, que muchas veces hasta influyen a la hora de dormir. "Hay falta de deseo de los niños", dijo Federico García y comentó que la falta de paciencia de los padres hace que el aprendizaje tanto escolar como emocional de los chicos se vea afectado. "Los chicos están muy alterados, irritables y enojados. Se enojan por todo, vemos a diario que les cuesta sostener la atención en una videollamada. Están muy cansados", agregó. Mientras que por su parte y en el mismo sentido, Martínez dijo que los papás deben enseñarles a sus hijos a verbalizar los estados de ánimo, evitar las discusiones o el planteo de problemas delante de los niños. "Si los adultos están bien, los chicos están bien", agregó al respecto el psicopedagogo.

"Cuando esto termine, algunos niños deberán reaprender las habilidades sociales".
SILVANA SALAZAR

Psicóloga

Estos cambios son los que preocupan a los especialistas locales, pues estas manifestaciones se están interponiendo en las actividades que los niños desarrollan a diario dentro de sus casas. "Notamos muchos cambios complejos en los niños. En chicos pequeños notamos que tuvieron retrasos en dejar los pañales, volvieron a hacerse pis y tienen terrores nocturnos. Así y todo, los niños más chicos se supieron adaptar un poco mejor a la pandemia, pero donde vimos más compleja la situación es en los chicos que ya van a la primaria", dijo el pediatra y comentó que la falta de clases presenciales hizo que los chicos perdieran muchos hábitos. "La alimentación en tiempos de pandemia es terriblemente desfavorable. Los menores de 12 años no volvieron en ningún momento a hacer ejercicios físicos. Es por esto que vemos que hay más sobrepeso", resaltó y dijo que ellos notaron además que muchos chicos dejaron sus tratamientos sobre otras enfermedades, que se perdió la costumbre de los controles de los niños sanos y que hasta no se está cumpliendo el calendario de vacunación, razón por la cual ellos se alarman. "La pandemia existe, pero no podemos dejar de vivir y convivir con el resto de las patologías y enfermedades. No podemos dejarlas de lado, porque se van a desencadenar cosas que ya teníamos controladas", concluyó Correa.