Espectacular. La carrera fue seguida con extrema atención y más de 5.000 personas se concentraron en ese duelo tan particular que duró unos pocos segundos.

Que la moto es una Kawasaki 250cc, de motocross e ideal para distancias cortas. Que el caballo es más ágil y gana en lo trabado. Las especulaciones entre el público y los diferentes puntos de vista iban y venían a medida que crecía la expectativa entre los 5.000 asistentes a la 25ta edición de la Fiesta Provincial Día del Trabajador, el tradicional festival gaucho de Angaco que tuvo una particular exhibición: el duelo entre un caballo y una moto. Y salió una carrera entre palenques y tambores que duró menos de 40 segundos, cautivando a todos los presentes por lo electrizante de la propuesta. ¿Quién ganó? No hubo sorpresas y la picardía gaucha hizo de las suyas porque el caballo era fija y venció con contundencia.

Alegría. Las familias volvieron con entusiasmo al predio, luego de dos años sin esta fiesta. Según la organización, hubo más de 5.000 espectadores.

La exhibición fue incluida en el cronograma de jineteadas y destrezas criollas en el predio que tiene la Agrupación Cacique Angaco. Así, entre las pruebas de basto, grupa y crina se enfrentaron la moto y el caballo.

En la Kawaski 250 estuvo Pedro Céspedes, piloto de enduro que aceptó la invitación pese a saber que el desafío era complicado. En el caballo, el paisano Juan Chávez, dueño de un hermoso animal que se le anima a todo.

Destreza. Los gauchos se lucieron y los jinetes se llevaron los aplausos en las diferentes presentaciones.

La carrera consistió en un mano a mano que incluyó un tramo recto de aceleración y luego un slalom de ida y vuelta entre 5 tambores y un palenque, para regresar en línea recta. Pedro ganó el pique y llegó primero a los obstáculos, entonces pasó lo que él ya sabía, que girar la moto en tan poco espacio le iba a hacer perder tiempo. Juan emparejó a la Kawasaki en los tambores y el caballo, pegado a cada obstáculo, se movió ágil para sacar una diferencia clave. El público deliró y los protagonistas terminaron ovacionados.

Coraje. Hubo verdaderas muestras de valentía en el clasificatorio a Jesús María, con pruebas de crina, basto y grupa.

Fue un show diferente, en un festival que necesitaba volver tras el covid. La multitud acompañó no sólo el domingo sino también en la actividad del sábado. "Se extrañaba todo esto. Fueron dos años largos, por eso la gente respondió", destacó Alfredo Céspedes, desde la organización. "Todo el fin de semana fue exitoso. Tuvimos la participación de 34 agrupaciones gauchas y miles de espectadores", añadió Enrique Balmaceda, presidente de la Agrupación.

En familia. No hubo tiempo ni apuro para hacer asados. La familia Alarribera, de Santa Lucía, almorzó pasadas las 17 con una carne a punto.
Festival gaucho

Shows

En el predio hubo ranchos típicos, artesanos y, además del festival tradicionalista, no faltó la actividad artística. De hecho, la jornada se cerró con la presentación de Tres para el Canto y Los Surcos, de Tucumán.

Cabalgata

El sábado hubo cabalgata con 115 participantes por las calles de Angaco y fue entronizada la imagen del Cura Brochero en el predio Gaucho Manuel Rodríguez. Luego, hubo fogón.

Humo y asados

Los asistentes se instalaron con largas mesas y reposeras; y ahí nomás las parrillas, con asados y fuegos que estuvieron activos todo el tiempo. Cada familia tuvo sus diferentes momentos para almorzar.