Ansiosos. Los alumnos de 6to año de la Escuela Ciudad del Sol sueñan con poder presentar la remera de la promoción en la escuela antes de fin de año.


Los alumnos de 6to año de la Escuela Ciudad del Sol son la síntesis perfecta de la pandemia: proyectaron algo, la llegada del coronavirus les desbarató todos los planes, no se resignaron a quedarse sin concretar su sueño y terminaron reinventándose. Estos jóvenes sanjuaninos aún no saben cuándo vuelven a clases, pero igual planean la presentación de la remera de la promoción. Fue luego de que el Gobierno anunció el regreso a las aulas a partir del próximo 10 de agosto en todos los departamentos, menos en las escuelas del Gran San Juan. Ciudad del Sol está en Rivadavia, por lo que no entra en esta primera tanda, pero sus estudiantes no pierden la esperanza de regresar antes de que finalice este ciclo lectivo.

El coronavirus hizo que los futuros egresados pasaran de tener un año con importantes eventos para despedir su paso por los colegios a uno donde la preocupación y el desconsuelo se apoderaron de la mayoría. Pero la noticia del reinicio de las clases presenciales para algunos a partir del mes que viene los motivó. Los alumnos de la Escuela Ciudad del Sol, además de filmar un video de la presentación de la remera para difundir por las redes sociales, ya están hasta ensayando coreografías para cuando puedan hacerlo de manera presencial. "Estamos nerviosos y ansiosos. Cuando nos enteramos de la noticia inmediatamente decimos planificar la presentación de la remera en la escuela. No perdemos la esperanza de poder realizar este ritual con el que soñamos desde el año pasado y que tuvo varios obstáculos", dijo Sol Bruna, alumna de 6to año.

La estudiante contó que habían reservado la confección de las camperas de la promoción, pero que la cuarentena y la crisis económica que generó los obligó a cambiar de planes. "Muchos padres se quedaron sin trabajo y se hizo imposible cumplir con las cuotas de las camperas, pero ante esta situación la empresa nos permitió que las cambiáramos por remeras que eran mucho más baratas. Y aceptamos el cambio porque no quisimos quedarnos sin este recuerdo que para todos los futuros egresados es muy importante. Por todo esto que pasamos es que queremos hacer una linda presentación real además de la virtual. Lo triste es que sólo algunos pocos pudimos hacernos las remeras por una cuestión económica", sostuvo Sol.

Contó que la planificación incluye la realización de diferentes coreografías para poner en escena el alquiler de una máquina de humo para ambientar el baile y una "súper" producción de maquillaje y vestuario, si los costos se los permite. Lo que sí ya adelantaron fue la confección de barbijos con la inscripción de la promoción, aunque con una particularidad: pidieron que dijera promo 20-21 igual que las remeras. "Decidimos ponerles 20-21 por las dudas que nos hagan ir a la escuela unos meses el año que viene. Nadie sabe nada con exactitud, por eso nos arriesgamos", reveló Sol. Sin embargo, finalmente les entregaron los barbijos con la leyenda "20-20" en números romanos, así que, al menos a nivel predicción, en ese sentido los tapabocas terminaron siendo menos osados que las remeras.