Caracterizados. Los chicos que protagonizaron el Vía Crucis estuvieron caracterizados y eso le puso un plus a la representación, que fue muy emocionante. El público acompañó todo el ritual religioso emprendido por los niños de la Acción Católica.

Desde el primer momento la emoción se percibió en los alrededores de la plaza de Trinidad. Ya en la primera estación, el público quedó enmudecido al ver cómo Jesús era arrastrado por los soldados, mientras llevaba la cruz. Así, y a lo largo de cincuenta minutos, los chicos hicieron que las lágrimas no pudieran ser contenidas por el público. Es que el realismo y la seriedad que le pusieron los niños para representar el Vía Crucis hicieron que todos se mostraran conmovidos. Esto sucedió ayer en la mañana cuando los niños de la Acción Católica de la Parroquia Santísima Trinidad representaron la Pasión de Cristo, por la Semana Santa.

El Vía Crucis comenzó una hora después de lo previsto. Sin embargo, la gente esperó inmóvil el comienzo de la celebración religiosa. La plaza de Trinidad estuvo llena de familias que vivieron el Viernes Santo junto a los niños y jóvenes de la Acción Católica. 

Los chicos que fueron protagonistas del Vía Crucis llegaron incluso varios minutos antes de la hora prevista y fueron caracterizados con ayuda de los profesores de la Acción Católica y algunos papás. De la representación participaron cerca de 20 niños de entre 5 y 12 años. Ellos interpretaron, como si fueran actores profesionales, el Vía Crucis e hicieron que todos vivieran un gran momento. 

Cuando el sacerdote de la iglesia de Trinidad dio comienzo al Vía Crucis, la calle se llenó de emociones. La gente caminó cerca de los chicos y hasta los vecinos de la zona salieron a la vereda a ver el paso de los pequeños. 

Jesús caminando entre el público y el sonido ensordecedor de los látigos que chocaban contra la cruz, hicieron que la gente viviera con mucho dramatismo el momento. En cada una de las estaciones del Vía Crucis, las estrepitosas caídas de Jesús se robaron algunas lágrimas del público. Al igual que el momento en que Verónica le secó el rostro a Jesús, y quedó marcado en un lienzo blanco. Sin embargo, los momentos de mayor emoción fueron cuando María se acercó a besar a su hijo, que estaba todo lastimado, y ya casi al final de la representación, cuando fue el turno de la crucifixión. En esas estaciones del Vía Crucis, la gente no pudo disimular la emoción, mientras que las lágrimas se pudieron ver en varios rostros.

En la tarde los chicos de la Iglesia Catedral también hicieron un Vía Crucis.

Protagonistas

JOSÉ ÁLVAREZ - Niño que hizo de Jesús

"Nunca había participado de un Vía Crucis y menos había hecho de Jesús. Me gustó que la gente nos acompañó y que pudimos representar todo lo que Cristo hizo por nosotros. Fue un momento muy lindo. Estoy muy feliz".

PILAR ÁLVAREZ - Niña que hizo de María

"Poder hacer el Vía Crucis fue muy importante porque pudimos aprender sobre Jesús. Es muy lindo que las personas grandes nos hayan venido a ver, para que vean todo lo que hizo Jesús. A mí me acompañó toda mi familia, por eso estoy contenta".

JOAQUÍN ROMERA - Niño que hizo de soldado

"En todo el Vía Crucis iba concentrado porque tenía que hacer de un soldado malo. Me divertí mucho pudiendo representar a uno de los soldados. Al principio me dio un poco de vergüenza, pero después me gustó".