El cuidado de los adultos mayores es una de las cosas que más se piden en el contexto de la pandemia. Y eso, es justamente lo que hizo Nidia Rus, una mujer que tiene 100 años y que pidió ser trasladada a la Residencia de Adultos Mayores Eva Duarte de Perón porque temía ser contagiada por su hija, que es quien la cuida y circula normalmente en la calle por su trabajo. La mujer llegó hace unas semanas al hogar de ancianos y fue aislada dentro de una habitación especial, para proteger a los demás abuelitos, y dicen que ahora se encuentra mejor que cuando llegó.

Nidia vivía con su hija, que es quien se encargaba de protegerla. Sin embargo, el avance del virus en San Juan hizo que buscaran alguna alternativa por miedo. Es que, en ocasiones, algunos vecinos ayudaban con el cuidado y eso la exponía mucho al virus. "Se vino a vivir con nosotros y ya está totalmente integrada al grupo", dijo Sonia Recabarren, la directora de la residencia y comentó que luego de que la mujer hizo el aislamiento se incorporó a uno de los pabellones que tienen, pues desde que empezó la crisis sanitaria, el hogar de ancianos fue dividido en 4 grupos para mantener la distancia social y para evitar brotes en caso de que se produzca algún contagio.

La mujer residía en una humilde vivienda con su hija y según lo que dijo Recabarren el lugar no tenía las condiciones para que la anciana estuviera segura, menos en el contexto de la pandemia. "Cuando nos dijeron que venía a vivir a la Residencia acondicionamos una habitación, en la que ella permanecía totalmente aislada, pero que podía escuchar ruidos de afuera para que no se sintiera tan encerrada, porque a su edad y lúcida como está puede ser perjudicial. Pero, para sorpresa de todos ella vivió esos días como si nada", agregó Recabarren y dijo que la mujer cuando llegó casi ni caminaba, porque en su casa permanecía mucho tiempo acostada, y que ahora lo hace sólo con la ayuda de un andador.

El avance de Nidia es tal que según las acompañantes del hogar la mujer está totalmente integrada al grupo y le encanta participar de las actividades recreativas, que hacen a diario para que el encierro sea más ameno. "Es una mujer muy lúcida, es muy conversadora y le encanta que le lean", agregó la directora de la residencia y comentó que durante la pandemia tuvieron otros dos ingresos que también hicieron aislamiento (pero en hoteles) y que ya se encuentran integrados al resto de los residentes.