En los clubes cuentan las horas para volver a tener a sus socios nuevamente en los complejos, con los parrilleros humeando y las rondas de familias animando los espacios. Las instituciones se quedaron con todo armado tras el regreso a Fase 1, en agosto, por lo que mañana tan sólo deberán abrir sus puertas. Con este paso fundamental, ahora apuntan a habilitar las piletas, con la temporada de verano a la vuelta de la esquina. En ese marco es que dirigentes y Gobierno mantienen reuniones para avanzar con los protocolos y una fecha tentativa: largar con los chapuzones a más tardar en diciembre.

Los clubes regresan a la actividad social bajo una serie de medidas de seguridad. Desde mañana estará permitido reuniones en grupos de hasta 8 personas (por ahora familiares, luego serán sociales) y los complejos estarán abiertos hasta los días sábados, de 8 a 24 (también los feriados).
El factor de ocupación será del 30% de la masa societaria y el protocolo sugiere limitar el ingreso de personas que integren grupos de riesgo, sobre todo quienes posean alguna enfermedad de inmunosupresión, diabéticos o embarazadas.

Los socios deberán mantener distancia de 2 metros y no podrán compartir elementos personales ni vajilla (platos, vasos, cubiertos). Cada vez que las personas vayan a los clubes deberán solicitar el permiso correspondiente en la página web de la Secretaría de Deportes, a la vez que el uso de tapaboca será obligatorio.

La apertura de las cantinas o buffet dependerá de cada club y los parrilleros deberán usarse de a uno por medio. Lo que está prohibido por ahora son las zonas de juegos y las piletas, pero estás últimas no por mucho tiempo.

La reapertura de las piletas está previsto para fines de noviembre o principios de diciembre, por lo que están trabajando con cierto margen de tiempo. De momento, buscan establecer cuántas personas podrán estar en el agua a la misma vez. La cantidad dependerá de la superficie de cada natatorio pero lo que debe determinar Salud Pública es cuántas autorizarán por metro cuadrado.

Habrá un ingreso y una salida independiente y lo que tienen claro es que no se podrá tomar sol junto a las piletas. Eso, afirman, es prácticamente un hecho, por lo que una vez que los individuos salgan del agua deberán desplazarse a solariums o áreas cercanas. 

En el agua estará prohibido cualquier elemento de juego, como pelotas, flotadores o inflables, a la vez que resta determinar cuáles serán las medidas de seguridad que tendrán los guardavidas, que en caso de rescates van quedar muy expuestos a contagios, de ahí que no descartan capacitaciones y el uso de elementos específicos para resucitar, por ejemplo.