La reconstrucción de la Iglesia de San José pasará a la historia hasta por sus curiosidades. Una de las más llamativas es que se trata de un trabajo donde prima el sentido de pertenencia. Es que el 90% de los obreros encargados de volver a la vida este ícono religioso nació en Jáchal y le aporta a la obra amor propio y amor a sus raíces.


"No podemos decir que es un milagro de San José, pero creemos que no se trata de una coincidencia. Tanto yo, que soy el jefe de obra, como el capataz y los jefes de la parte eléctrica y de higiene y seguridad no sólo somos jachalleros, sino que todos somos egresados del Colegio Industrial San José. Y estamos orgullosos de formar parte de todo este trabajo Al que le dedicamos más de lo requerido", dijo Marcelo Muriel, arquitecto que tiene a cargo la reconstrucción del templo.

Sin descanso. Marcos Meneses es uno de los jachalleros que trabaja en la reconstrucción del santuario de San José. Dijo que no le importa trabajar a deshora con tal de terminar el trabajo a tiempo.

Dijo que por este sentido de pertenencia, los obreros trabajan hasta 10 horas diarias sin quejarse (cobran las horas extras correspondientes) para poder terminar a tiempo la tan ansiada reconstrucción del santuario. "Me siento orgulloso y feliz de poder ayudar a la comunidad a recuperar su templo. Va a ser muy emocionante contarle a mis nietos que yo ayudé a reconstruir el santuario. Por eso, el domingo voy a participar en la primera misa que se vuelva a celebrar acá, para darle las gracias a San José por guiarnos en este trabajo tan especial para los jachalleros", dijo Marcos Meneses, uno de los obreros.


Orgullo y emoción también fueron las palabras que utilizó Miguel Tejada, artesano, Al referirse a su participación en la reconstrucción del santuario. Él tuvo a cargo la refacción de las puertas y demás piezas de madera que hay en el lugar. Dijo que se siente "pleno" haciendo lo mismo que hacía el santo patrono. "Soy carpintero como fue José y, como él, pude sostener a mi familia gracias a este oficio. Me siento honrado en poder aportar mi granito de arena para volver a poner en pie su casa", dijo el artesano.

Con arte y gusto. Miguel Tejada dijo que es un honor restaurar las piezas de madera que tiene el templo, ya que comparte el oficio con San José que también fue carpintero.


Por su parte, el padre Orlando Sánchez también destacó el compromiso de los jachalleros que desde hace 5 años trabaja sin descanso para reconstruir el santuario. El sacerdote aprovechó la oportunidad para reconocer, además, el profesionalismo de estos obreros. "Los jachalleros han demostrado tener la suficiente sapiencia y capacitación, y también estar a la altura para realizar esta obra inédita en San Juan. Un orgullo más para el pueblo", sostuvo.

  • Obrero y hermano del cura

 

Para Ramón Sánchez, trabajar en la reconstrucción de la iglesia de Jáchal es muy significativo y que trasciende a su nacimiento en estas tierras. Es hermano de Orlando Sánchez, el sacerdote a cargo del templo. "Yo digo que trabajo para San José y para mi hermano, y que esto representa un orgullo para mí. Si hace años me hubieran dicho que iba a hacer esta tarea jamás lo hubiera creído, pero Dios lo quiso así y por algo debe ser. Quizás mi misión fue aportar un granito de arena para que mi pueblo recupere el santuario y la sensación de sentirse a salvo y protegido en medio de esta pandemia", dijo el hombre.