Multitudinaria. Miles de personas participaron de la misa de apertura de la Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina. La celebración fue en el Club Sportivo Desamparados.

Ayer la provincia fue protagonista de una marea de fe en Dios y de amor al prójimo. Fue durante la apertura de la 29na Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina que arrancó con una misa multitudinaria en la que monseñor Jorge Lozano dio un mensaje de amor y misión a los 8.000 niños, jóvenes y adultos que llegaron de todo el país, de Chile, Uruguay, Paraguay, Colombia, Perú, Venezuela y México a participar de esta actividad religiosa.

Al mediodía comenzó a verse el movimiento de los miles de asambleístas locales visitantes. A esa hora ingresaron a la sede del Club Sportivo Desamparados donde sería la misa. Llegaron dos horas y media antes de que comenzara la celebración para poder encontrar la ubicación asignada a cada delegación, tarea que debido a la cantidad de participantes fue lenta y demorosa. Pero no hubo quejas ni mal humor, ya que la jornada proponía justamente la hermandad, la solidaridad con el otro y el predicar. Y estas actitudes quedaron reflejadas en el mensaje que dio, durante la celebración de la misa, monseñor Lozano, quien hizo hincapié en el amor y la misión. "Es tan importante esta dimensión de encuentro personal y comunitario con Cristo que nos amó primero, nos sigue amando y nos llama a ser sus discípulos amigos, misioneros testigos. Nuestra respuesta a ese amor se manifiesta en la misión".

El Obispo también les encomendó una importante tarea a los misioneros presentes: involucrarse más. "Son tiempos complejos que requieren una respuesta generosa que supera el medio pelo común. No basta con granitos de arena, ni con buenas intenciones. Hace falta una siembra abundante y generosa", dijo.

Tras finalizada la misa arrancaron las actividades programadas y con la participación activa de los asambleísta y miembros de diferentes entidades. Por un lado, referentes de la sociedad civil, políticos y religiosos participaron del Encuentro del Bien Común y la Amistad Social, que se llevó a cabo en el Centro Cívico. En tanto que los asambleístas jóvenes y adultos salieron a misionar por diferentes instituciones y casa por casa para predicar el amor de Dios y la misión de la Iglesia.

Actividades del día

Hoy, unos 1.200 niños estarán en la Universidad Católica de Cuyo; 5.000 adolescentes y jóvenes se reunirán en el estadio Aldo Cantoni; y otro millar de miembros participarán de talleres en distintos colegios. La jornada concluirá con un acto popular frente al Centro Cívico.


 

Saludo. Ayer se realizó el Encuentro del Bien Común y la Amistad Social, en el Centro Cívico. El gobernador Uñac les dio la bienvenida a los participantes.
Rigurosidad. Los guardias de seguridad del Hospital Rawson pasaron lista. El misionero que no figuraba en la misma no podía ingresar. 
Euforia. Los misioneros de Tucumán, Corrientes y San Juan, que se reunieron en la Iglesia de La Merced, cantaron y bailaron antes de salir a misionar. 


 

>Misioneros llevaron alegría a los enfermos

Desde la previa derrocharon alegría. Saltaron, cantaron y hasta bailaron para comenzar a palpitar su misión del día: llevar alegría a los enfermos. Fueron los misioneros jóvenes y adultos de Tucumán, Corriente y San Juan que ayer por la tarde visitaron el Hospital Rawson, la casa de Fundame y un par de geriátricos para compartir actividades recreativas con la gente. Fue en el marco de la apertura de la 29na Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina.

La concentración fue en la Iglesia de La Merced, en Capital. Allí los misioneros compartieron una merienda y recibieron una bendición antes de partir a misionar. Se organizaron en grupos para poder llegar a más lugares durante la tarde. Los primeros en salir fueron los que visitaron la casa de Fundame en Santa Lucía. Fueron los encargados de alborotar el lugar, contagiando alegría y entusiasmo a los niños con cáncer que se encontraban en el lugar.

Fundame repartió ropa entre los chicos oncológicos y sus papás.

Llegaron saludando a todos con un beso y un abrazo, y sin perder el tiempo. Los adolescentes y jóvenes inmediatamente dejaron sus mochilas en el suelo para comenzar con la diversión. Algunos varones ocuparon el costado Norte del patio interno de Fundame para jugar al fútbol con los chicos. Mientras que otros se ubicaron en el sector Sur para hacerlos bailar.

Una de las misioneras tucumanas fue la que tomó la batuta. Con los niños armó una ronda para luego comenzar un par de canciones con coreografías que entusiasmo a los chicos.

El remate de las actividades fue la entrega de golosinas que los pacientes corrieron a recibir.

Otro de los grupos fue al Hospital Rawson para visitar dos sectores. Parte de los misioneros se quedó en Urgencias, mientras que el resto se dividió para visitar a las personas internadas. Pese al lugar y a las circunstancia, también se encargaron de alegrar un rato a los pacientes. Algunos contaron leyendas de sus provincias mientras que otros les leyeron cuentos a los niños o pasajes de la Biblia a los adultos. Todo sirvió para amenizar la espera para ser atendido o para que la tarde fuera más amena.