Variedad. Ayer se realizó la primera feria inclusiva donde hubo a la venta desde muebles en madera hasta productos de panificación y empanadas. Fue en la Plaza Seca del Centro Cívico.

Santiago no pudo ocultar su alegría. Y no era para menos. En menos de media hora vendió 1.500 pesos, algo que nunca pasó desde que se dedica a la producción de perfumes tras quedar con una discapacidad por un problema cardiológico. Ayer, juntos a otras personas discapacitadas, participó en el evento que marcará el inicio de una etapa prometedora para su economía doméstica. Fue la primera feria inclusiva para promocionar y vender el trabajo que realizan a través de sus emprendimientos laborales y que se realizó en la Plaza Seca del Centro Cívico. Desde la Dirección de Personas con Discapacidad dijeron que a partir de ahora esta feria se hará todos los meses y por toda la provincia.

Desde las 11, los emprendedores instalaron sus puestos de venta en la Plaza Seca del Centro Cívico, con la esperanza de aumentar sus ganancias. Pese a que fue la primera vez que tuvieron su propia feria, aseguraron que el saldo fue más que positivo. "Ha sido una mañana productiva porque hemos vendido algo, pero también porque la gente ha conocido nuestro trabajo y hasta nos han pedido el contacto para encargarnos productos en otras ocasiones", dijo Marisa Ontiveros, con una discapacidad física, que ahora se dedica a la venta de empanadas caseras.

Aumentar las ventas y promocionar el trabajo son los dos motivos principales por lo que se organizó esta primera feria inclusiva, y por los que se seguirá realizando en forma mensual y por toda la provincia. Así lo adelantó Andrea Lépez, subdirectora de Discapacidad. "Vamos a trabajar de manera articulada con las áreas sociales de los municipios para coordinar la realización de la feria inclusiva en cada departamento. La idea es ampliar la posibilidad laboral de estos emprendedores que desarrollan su emprendimiento tanto para colaborar con la economía familiar como para mejorar su calidad de vida desde lo anímico", dijo la funcionaria.

Lépez también agregó que actualmente en la provincia hay registradas 27.900 personas con discapacidad, de las cuales 200 desarrollan un emprendimiento productivo y laboral.

La ayuda

Para iniciar un emprendimiento laboral, la persona con discapacidad puede contar con subsidios a nivel nacional y con la capacitación laboral que realiza la Dirección de Personas con Discapacidad, a través del dictado de talleres de jardinería, artesanía, pirograbado y teatro, entre otros.

Proveedor de aromas


Santiago Huyema, de 63 años, desde hace algunos años se dedica a la elaboración de perfumes para la ropa, el ambiente y el auto. Fue la alternativa laboral que se ajustó mejor a sus gustos y limitaciones. "Sufrí dos paros cardíacos y me colocaron un stent en el corazón. Quedé con un nivel de discapacidad que no me permite hacer trabajos pesados. Por eso me dediqué a la elaboración de perfumes, ya que era un aficionado a la química. Para la marca elegí el nombre de dos de mis seres queridos, mi esposa y mi madre que ya no están conmigo. Mis perfumes se llaman Anna Clara, en su honor", dijo Santiago.

Dulzuras para sobrevivir


 

Gabriela Bozzani pudo superar un cáncer de útero, aunque su recuperación no fue completa. A raíz de la enfermedad padeció un trastorno óseo que le dejó como secuela un dolor de huesos intenso y una discapacidad física. Pero, aun en estas condiciones, se vió obligada a generar el sustento. Se dedica a la elaboración de productos de repostería caseros y artesanales. "A mi marido lo dejaron sin trabajo y teníamos que alimentar a nuestros seis hijos, por eso decidimos comenzar con la elaboración de bizcochuelo, donas y demás cosas dulces para vender. Hasta ahora nos está yendo bien", dijo la mujer.

Hacedor de limpieza


El 4 de noviembre de 1998 es una fecha inolvidable para Guillermo Guirado, ya que marcó un antes y un después en su vida. Ese día amaneció ciego y sin haber tenido alguna señal o síntoma previamente. Los médicos nunca pudieron descubrir qué causó la rotura de su nervio óptico. Y él tuvo que enfrentar su nueva condición para poder seguir adelante. "Me constó mucho asumir la ceguera, pero lo logré. Lo primero que hice fue aprender a leer y escribir en Braille, y luego me capacité en el armado de escobas y lampazos. Mi gran sueño es tener una fábrica de lampazos y escobas para darle trabajo a otros", dijo.