Escrache. La conversación del cura por Whatsapp tuvo una escalada sexual e incluyó fotos en ropa interior.

"Estamos muy tristes, porque al principio pensamos que era mentira", "el diablo metió la cola y él se equivocó", "no podemos entender qué le sucedió a Pepe" y "la verdad que estamos decepcionados" fueron algunos de los testimonios que dieron los fieles y vecinos de la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús de Rawson. Esto, luego de que el sacerdote José "Pepe" Ortega renunciara tras ser escrachado en las redes sociales por haber intentado seducir a un joven y tratar de concretar un encuentro sexual. Desde el Arzobispado enviaron un comunicado en el que se informó que el obispo de San Juan, Jorge Lozano, aceptó la renuncia. Incluso compartieron desde la Iglesia local un video, en el que el mismo sacerdote reconoce su error y pide disculpas.



El caso trascendió anteanoche y se trata del segundo escándalo de índole sexual en la Iglesia sanjuanina en dos meses. El 30 de agosto el cura Walter Bustos fue separado de sus funciones por una denuncia de abuso contra un menor y actualmente está detenido y esperando el juicio. Lo de Ortega también generó un escándalo pero, a diferencia del caso anterior, no hay ninguna presunción de delito penal.



En el barrio Güemes ayer todos hablaron del padre Pepe. Incluso en algunas veredas los vecinos se reunieron a ver el video en que el padre pide disculpas. Y si bien muchos se animaron a hablar del sacerdote y contaron la conmoción con la que están viviendo estas horas, los fieles más cercanos a la parroquia Santa Teresita hasta cerraron las puertas de sus casas, para evitar ser entrevistados. "Al principio pensé que le habían robado el celular al padre y que estaban tratando de mancharlo, pero cuando escuché sus disculpas se me heló la sangre", dijo María Graciela, una de las vecinas del barrio Güemes. Otros fieles comentaron que cuando se enteraron del escándalo pensaron que era una broma de mal gusto, pero que tras la confirmación del mismo sacerdote sintieron mucha tristeza. "Estamos decepcionados. Es un sacerdote muy amable y siempre dispuesto a ayudar. Nos cuesta creer, pero tenemos que entender que todo es verdad", dijo otra de las vecinas que prefirió no dar su nombre.



Desde la ventana de sus casas, sin querer salir a la vereda, otros vecinos dijeron que nunca hubieran imaginado que Ortega podía hacer una cosa así. "El sacerdote Pepe es como un padre para mí. Me sorprendió todo lo que pasó y creo que el diablo metió la cola y él cayó. Hasta ayer hubiera puesto las manos en el fuego por él. Siempre nos trató muy bien, con buen humor y fue muy amable con las personas adultas", agregó Teresa Lucero, que es integrante de Cáritas de la Parroquia.



En las redes sociales el escándalo también tuvo repercusiones. Incluso, en el perfil de Facebook del sacerdote algunos fieles escribieron para darle su apoyo, pues consideran que sólo "se equivocó". "Es un acto de mucha firmeza reconocer sus errores. Usted es un ser humano y no existe la persona perfecta en este mundo y el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra". Este fue uno de los mensajes de apoyo que se pudo leer en esta red social.



El escándalo salió a la luz en las redes sociales el sábado en la noche. A través de capturas expusieron la conversación que Ortega tuvo con Lisandro (nombre falso), un supuesto joven estudiante de Relaciones Públicas quien fue el mentor de este escrache. En los chats, más de 20 capturas, se puede observar cómo la conversación subió de tono. Comenzó con una presentación tímida y fue escalando hasta llegar al punto de que el sacerdote compartió fotografías en ropa interior.



Según contó el perfil de Facebook donde se difundieron los mensajes todo se originó cuando un joven aseguró haber sido contactado por el cura José Ortega con intenciones sexuales, fue allí cuando otra persona armó un perfil trucho con la intención de dejar al descubierto el proceder del párroco. Según el comunicado del Arzobispado "el sacerdote reconoce haber actuado de modo incoherente con su estado de vida, y pide perdón a la comunidad por el daño que esto ocasiona".

Se fue. Ortega ya no es más párroco de Santa Teresita. La Iglesia analizará si seguirá siendo sacerdote en el futuro.

Cómo lo ven: un cura solidario y cercano a los fieles enfermos


Para la comunidad de Santa Teresita, Pepe Ortega era como un amigo, que siempre se mostró solidario y estuvo dispuesto a ayudar a los enfermos. Todos lo definieron como un sacerdote responsable, que tendió muchos lazos en la comunidad. "Mi nieta estaba internada y yo le pedí que fuera y él la asistió". "Es un cura sanador, por eso todos le pedían por sus familiares". "Visitaba a las personas que estaban con dolencias para ayudarlos". Estas fueron algunas de las frases que dieron los vecinos sobre Ortega. Algunos comentaron que una vez por semana daba charlas a adictos, a personas que tenían problemas con sus parejas y a otros fieles que lo necesitaran.

Ortega cumplía con varios roles. Desde el 2015 estuvo a cargo de la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús. Anteriormente fue párroco en la Sagrada Familia, en Zonda. Hasta el sábado en la noche, además de su trabajo de párroco fue integrante del Consejo de Consultores y del Colegio Estable de Párrocos. Es decir, uno de los asesores del Obispo. Estuvo a cargo del equipo de formación permanente del Clero y era docente del Seminario. Es uno de los sacerdotes que más acompañaron a los jóvenes en diversas actividades solidarias y hasta en la producción de conservas para la colecta de dinero. También era asesor del Área de Servicios de Acción Católica. Desde el Arzobispado dijeron que hasta el momento queda separado de sus funciones y no puede ejercer ninguno de esos cargos.