La voz le tembló durante toda la charla y no pudo contener las lágrimas. Se quejó en algunos momentos del dolor que sentía en su pie por una quebradura en el empeine producto de la golpiza. Reiteró en varias oportunidades que está aterrada de que su expareja la mate. Sobre todo, después de una dura paliza que le dio ese hombre el domingo en la noche en la plaza de Santa Rosa, en 25 de Mayo. Por eso decidió hacer pública su historia.
“Sucedió el domingo. Cuando me empujó le dije que me soltara porque lo iba a denunciar y él me dijo ’te llevo yo a la policía’, mientras me arrastraba de los pelos”, dijo Soledad González, que es víctima de violencia de género hace más de 9 años y que esta vez decidió hacer pública su denuncia y pedir ayuda la comunidad por el miedo. El hombre tiene una orden de restricción, sin embargo no quedó detenido.
Soledad tiene 28 años, es oriunda de 25 de Mayo y vive en Caucete. Es mamá de 4 chicos de entre 11 y 7 años, y el domingo pasado sufrió una dura golpizas en manos de su ex, del que se separó hace 4 años. Producto de ese maltrato la mujer sufrió una quebradura en su pie y hasta tuvo que recibir un calmante en el hospital por un ataque de nervios.
“Hace mucho que no iba a 25 de Mayo (ahí vive su familia materna) porque tenía miedo de verlo. Él me dijo muchas veces que no va a parar nunca de golpearme y que es capaz de todo. El domingo me pegó delante de mis hijos y de mucha gente que estaba en la plaza, y nadie me defendió. Pero yo entiendo que la gente tiene miedo de meterse, mire lo que pasó con el hombre que mató su mujer y a su ex, y atacó a un vecino que quiso defender a una de las víctimas (esto en relación a uno de los casos que conmociona a Entre Ríos)”, dijo Soledad, al empezar su duro relato.
Agachando la cabeza por vergüenza, pero decidida a contar cada detalle de lo que pasó, dijo que ese día, alrededor de las 21, fue a la plaza de Santa Rosa con sus hijos para que jugaran con otros familiares que iban en camino a ese espacio verde. Cuando llegó, escuchó que alguien la insultaba y notó que era Gustavo Morales (su exesposo) y su nueva pareja. Ella le pidió que pararan con el ataque verbal, pero el hombre se le abalanzó sobre ella y comenzó a golpearla. “Mis hijos gritaban y lloraban y en medio de ese lío yo escuchaba que la nueva mujer de él gritaba que me siguiera pegando. Yo le decía que no lo alentara que ella también es mujer, pero ninguno de los dos se detenía. Incluso, ella se le fue a mi hija con intenciones de golpearla y la nena le hizo frente y le decía que por su culpa él me estaba pegando”, dijo Soledad sin entender cómo esa mujer podía alentar a tanta violencia.
No sabe cuánto tiempo pasó desde el primer insulto hasta que el hombre la soltó. Siente que fue un momento eterno, pero dijo que mientras él le pegaba ella veía como la gente observaba distante esa pelea. Sus hijos corrían desesperados pidiendo ayuda y hasta vio cómo su niño más pequeño, de 7 años, intentaba cruzar la calle para pedir la intervención de la Policía. “Escuchaba muchos insultos de él y la gente que sólo se limitaba a gritar que me soltara. Yo pensé que me mataba y lo que más bronca me dio es que después me detuvieron a mí, como si yo fuera la mala. Él tiene un orden de restricción de acercamiento y lo dejaron libre más rápido que a mí. Pasó por donde yo estaba y me hizo burla”, dijo entre lágrimas, mientras que ayer esperaba que la viera el médico legista de la Central de Policía. La mujer contó que gracias a la intervención de una policía su ex la soltó. Sin embargo el jefe de la seccional 10ma, de 25 de mayo, Eduardo Thebault, dijo que cuando ellos llegaron ya no había golpes y que por eso no pudieron constatar el ataque. Según Nilda Illanes, del Área de la Mujer de Caucete, y la directora de la Mujer de la provincia, Adriana Ginestar, el hombre debería haber quedado detenido debido a los antecedentes y que si bien Soledad no llevaba consigo una copia de la orden judicial, deberían haber dado credibilidad a su denuncia y haberle pedido que demostrara esa restricción antes de liberarlo.
Este contexto es lo que llevó a que la mujer golpeada hiciera público su caso. Es que no quiere que nadie más pase por una situación así y dijo que cuenta su historia para ver si de esta forma puede parar los ataques de Gustavo Morales.
OTRAS GOLPIZAS
Soledad contó su historia mientras esperaba ser atendida por el médico legista y estuvo acompañada por personal del Área de la Mujer de Caucete, desde donde ella recibe asistencia desde 2013, año en el que decidió pedir la orden de restricción, que recién la obtuvo este año. Pidiendo que este medio no muestre su rostro para que sus hijos no sufran más, la mujer contó que desde que estaba de novia sufrió golpes y que durante muchos años los ocultó. “Hace unos años me atravesó su moto y yo me caí de la mía. Me levantó del cuello, me arrastró y me quiso colgar de un alambrado, en plena calle. En otras ocasiones se metió a mi casa y me golpeó sin parar. La última vez que me atacó fue en agosto, para el cumpleaños de mi hijo más chico. Ese día estaban mis familiares y mis amigos y por eso no me golpeó tanto. Ahora lo único que pido es que vaya preso y que me deje vivir en paz. No quiero dormir todas las noches con miedo de que me mate o les haga algo a mis hijos. Es insoportable esto”, concluyó.
