"Recuerden, siempre deben mantener la espalda derecha, el mentón hacia arriba, permanecer en punta de pie y dejarse llevar por el ritmo". Estas fueron las primeras palabras que escucharon las mujeres que desafiaron el cansancio para aprender a bailar samba en tan sólo 90 minutos. No fue un aprendizaje sencillo, pero sí la excusa perfecta para que dejaran los problemas de lado y se divirtieran por un rato. Esto es lo que sucedió en una clase exprés que formó parte del Primer Encuentro de Batucadas y Pasistas que organizó la Unión Vecinal Larman, en Rawson, con el objetivo de fomentar la tradición del carnaval en los sanjuaninos.

"Pidan una ambulancia", dijo Liliana Agüero, a modo de broma, tras la primera media hora de clase. Tiene 55 años y recién ahora se animó a "sambar", algo con lo que soñó siempre. "Me parece mentira estar haciendo esto. Me cuesta seguir los pasos y el ritmo con el cuerpo, pero siento en el alma que bailo como las mejores pasistas. Es una gran pasión", dijo la mujer.

La clase continuó con la misma intensidad con la que empezó a las 9. Y las alumnas, de diferentes edades, trataron de no desertar a pesar del cansancio y del dolor que comenzaron a sentir hasta en los dedos de las manos y pies. "Siempre hay que mantenerse en punta de pie mientras se baila samba porque esta postura estiliza y ayuda a realizar los pasos. Y los dedos de las manos deben formar una pinza para destacar la finalización de cada movimiento de brazos. Esto cansa mucho, pero con la práctica fluye sin ningún esfuerzo", dijo Débora Ocampo, profesora de danza y quien por 13 años fue la pasista de una agrupación de Chimbas, y 9 años campeona.

En acción. El Primer Encuentro de Batucadas y Pasistas también incluyó una clase de confección y armados de trajes típicos de carnaval.

Como la clase sólo era de 90 minutos, las alumnas quisieron aprovechar el tiempo al máximo. Sólo pararon unos segundos de vez en cuando para tomar agua fresca y reponer energías. También para mirar los videos que grabaron sus amigas y reírse de cómo bailaron. "Esto de matar hormigas es muy divertido. Y la samba y el carnaval te provoca moverte, aunque no te dé más el cuerpo. Al menos nos hemos olvidado por un rato de los problemas y preocupaciones diarias", dijo Yésica Alcaraz. 

La clase llegó a su fin, superando las expectativas tanto de la profesora como de las alumnas. Fue tanto el entusiasmo y la pasión que pusieron las chicas que en los 90 minutos lograron dominar el paso básico de la samba, mantener la postura correcta y combinar diferentes movimientos para lucirse.

Refuerzo. Algunas alumnas hicieron filmar la clase de samba para luego seguir practicando los diferentes pasos y posiciones en su casa y, de esta manera, poder reforzar lo aprendido en una hora y media.

Pese al cansancio ninguna se fue del lugar porque quisieron participar de otra instancia del Primer Encuentro de Batucadas y Pasistas. Fue en la clase de confección y armado de trajes, con lentejuelas, penachos y demás accesorios típicos de los atuendos de carnaval.

El encuentro continuó por la tarde con una competencia de pasistas.