Descontrol. Los viernes por la tarde los adolescentes invaden la Peatonal y dicen los comerciantes que molestan a la gente con su comportamiento. Aseguran que por eso bajan las ventas.

La venta en los comercios del microcentro baja un 30% los días viernes por la tarde, y no por la inflación o alguna otra variable económica, según los comerciantes. Es por la invasión de adolescentes en la Peatonal y las conductas que protagonizan, que terminan por "espantar" a la gente que concurre ese día a realizar compras. Así lo dijo Hermes Rodríguez, al frente de la Cámara de Comercio de San Juan quien agregó que ya se está trabajando conjuntamente con el municipio de Capital para encontrar una solución a esta problemática.

Los viernes, a partir de las 19, queda poco espacio libre en la Peatonal céntrica para transitar con tranquilidad. Desde esa hora, los adolescentes invaden la zona para poner en práctica una nueva modalidad de diversión: corretear y empujarse entre la gente, chayar, pintarse y gritar malas palabras.

Estas conductas no sólo provocan malestar entre las personas que circulan por el lugar, sino que influyen negativamente en las ventas. "La gente ya tiene miedo de andar por la Peatonal los viernes a la tarde por el descontrol de los chicos. Corren sin mirar por dónde van y atropellan a la gente. La semana pasada hicieron caer a una señora que iba cargada de bolsas. Por esto ya nadie viene al centro a comprar ese día y nosotros somos los principales perjudicados porque no vendemos casi nada", dijo Carolina Oro, de un local de venta de ropa sobre Peatonal Rivadavia.

Por su parte, Hermes Rodríguez dijo que la mayoría de los comerciantes del área peatonal presentaron sus quejas ante esta situación, y que ya se está trabajando conjuntamente con la Policía y con el municipio de Capital para solucionar esta problemática. "Hemos mantenido reuniones con las autoridades municipales y policiales para ver cómo controlar este tema. Es algo un tanto complejo, ya que no se les puede prohibir a los chicos que estén en la Peatonal y tampoco es un delito lo que hacen, sino más bien una molestia que provoca perjuicios", dijo Rodríguez.

También agregó que con la Policía ya se acordó que los viernes por la tarde haya una mayor presencia policial en el área peatonal como también de Monitores Urbanos, dependientes de la municipalidad, para controlar los desmanes juveniles y evitar que provoquen algún daño a los peatones como a los locales comerciales. Mientras que con las autoridades municipales se está analizando la posibilidad de desarrollar, los viernes a la tarde, actividades recreativas y espectáculos artísticos en la Plaza Hipólito Yrigoyen o en el anfiteatro de la Plaza del Bicentenario para lograr desplazar a los adolescentes de la Peatonal hacia esos lugares.

Los protagonistas

CARINA BINCAZ    Comerciante

"Los viernes a la tarde ya no entra nadie al negocio. Dan ganas ni de abrir. Es una vergüenza lo que hacen los chicos: se pegan, se toquetean, se insultan y no respetan nada. A veces entran a los locales a revolver la mercadería y dejan todo hecho un desastre. Pero a veces tenemos hasta miedo de decirles algo porque no sabés si te van a romper la vidriera. Es un descontrol total y ya no sabemos qué hacer para recuperar la clientela que teníamos los viernes".

LEONARDO CALÍVAR    Comerciante

"Esta nueva modalidad de diversión de los adolescentes empezó hace un año más o menos. Hasta entonces se juntaban en la Plaza 25, pero ahora hasta hacen un circuito en la Peatonal. La recorren de Norte a Sur y de Este a Oste, corriendo alocadamente, por entre la gente que está tomando un café. No les importa que haya niños e igual insultan o se toquetean adelante de todos. Es una verdadera vergüenza lo que hacen. Entiendo que la gente no quiera venir al centro los viernes a la tarde".

MARCELA RAMOS    Comerciante

"Si mostráramos las imágenes de las cámaras de seguridad que hay en el negocio todos podrían dimensionar el descontrol de estos chicos. Entran a los negocios en grupos, especialmente las chicas, y revuelven todo y después se van. Además, molestan a los clientes que están dentro del local comprando. Pero no les podés decir nada porque te hacen pasar vergüenza. Hay que ponerle un freno a esta situación antes de que genere consecuencias peores".