El gran beso. Emiliana y Guillermo posaron para las fotos y el beso final fue aplaudido por todos los invitados. De fondo, la autobomba de los Bomberos Voluntarios de Capital.

Fue un casamiento llamativo. No hubo carruajes tirados por caballo ni autos antiguos para movilizar a los novios. Tampoco tuvieron latas de gaseosas atadas al guardabarros para hacer ruido. Es que, musicalizados por las sirenas de los bomberos, se fueron de su casamiento en autobomba. Todo, para cumplir el sueño de la novia. Ellos son Emiliana Pavía, que es bombera voluntaria de Capital, y Guillermo Arce, que es policía. El flamante matrimonio dio el sí en la Basílica de Desamparados, ayer en la mañana. Los novios fueron despedidos con aplausos y hasta hubo desconocidos de la pareja que se detuvieron a ver el curioso casamiento.

La idea de la autobomba fue de Emiliana y sus compañeros del cuartel de Bomberos Voluntarios de Capital. Es que ella fue una de las primeras mujeres bomberas de ese lugar, dijeron los demás voluntarios que la acompañaron ayer en la iglesia. "Hace casi tres años que soy bombera voluntaria. Llegar a mi casamiento en autobomba fue el sueño de mi vida, desde siempre", dijo la novia que sorprendió a muchos de los invitados al bajar, vestida de blanco, en la puerta de la Iglesia. Es que ella arribó al casamiento en la autobomba y su novio la esperó en altar como ocurre en todas estas ceremonias. En ese momento, la sirena de la autobomba se mezcló con la marcha nupcial que se escuchaba desde la plaza de los Desamparados.

Emiliana ama ser bombera y por eso, desde que empezó a organizar su boda pensó que algo de su trabajo debía ser parte del festejo. "No podía estar de uniforme, ni traje de gala de bombero, porque soy la novia y soñaba también con entrar de blanco. Entonces con mis compañeros se nos ocurrió que nos movilizáramos en la autobomba", dijo y contó que los demás bomberos fueron los que le pusieron enormes moños y cintas blancas al camión para decorarlo y que quedara a tono con el festejo.

Tras dar el sí, la pareja salió al atrio de la Basílica para saludar a los invitados. No faltó el arroz y la alegría de la pareja fue tal que no dudaron en posar para las fotos junto a la autobomba y con el casco amarillo. Los novios fueron hasta fotografiados por gente que pasaba por el lugar. Es que indiscutiblemente la autobomba en la puerta de la iglesia llamó la atención de muchos.

Emiliana comentó que están en pareja hace 6 años y que tienen dos hijos. Ella además es mamá de una nena. Se conocieron a través de amigos en común. Estuvieron dos años de novios y luego se fueron a vivir en pareja, tras la llegada del primer hijo en común.

La despedida. Tras la ceremonia, la pareja se subió a la autobomba. No hubo caravana con bocinas, pues sólo se escuchó la sirena de los bomberos.
  • Los choferes

Como sucede en todo casamiento, la novia fue llevada por choferes. En esta ocasión el jefe del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Capital fue el que cumplió ese rol. Mientras que otro compañero del cuartel fue quien ayudó a que Emiliana bajara del camión con su largo vestido.

  • Responsables

La pareja comentó que los dos aman su trabajo y que hacen lo imposible para poder usar sus uniformes con responsabilidad y para estar presentes permanentemente con los hijos. Emiliana, además de ser bombera, es quien da las capacitaciones para los nuevos voluntarios.