En Calingasta. Los chicos de la escuela Savio hicieron una protesta el 9 de agosto y esto hizo que el caso avanzara y tomara estado público.


Una directora separada de su cargo por maltrato a los maestros y bajo rendimiento escolar de los estudiantes, un director y una regente sumariados por bullying y discriminación contra los alumnos y los docentes, y un maestro de primaria que llora delante de sus chicos porque se separó de su novia, fueron los tres últimos grandes escándalos que afectaron al Ministerio de Educación durante el mes de agosto. Y, a pesar de que los tres se hicieron públicos durante este mes porque los papás de los estudiantes se cansaron de esperar respuestas, los problemas ocurrían desde hace bastante tiempo y siguen sin llegar a su fin. De hecho, de estos tres casos, desde la cartera educativa dijeron que sólo uno avanzó, y es por consecuencia el único que está más encaminado para encontrar una solución. Se trata del caso de la escuela General Savio de Calingasta donde el jueves nombraron a un director provisorio y dijeron que próximamente llamarán a concurso para definir las autoridades (director y regente) de esta escuela. Los demás casos siguen en etapa investigativa, a pesar de que comenzaron a ser analizados por la cartera hace al menos más de un mes. 

El primero de los casos salió a la luz durante la primera semana de agosto, pero el Ministerio de Educación estaba investigando esta situación hacía más de 30 días. Se hizo público por el reclamo de los padres, quienes ya habían hecho denuncias en el Ministerio porque la directora de la escuela Antonio Torres hasta prohibía que se enseñe matemática y lengua. Cuando se conoció esta noticia María Rosa Bernardini, directora de Educación Primaria, dijo que la mujer ejercía maltrato, era autoritaria y hasta llevó a que los chicos tuvieran bajo rendimiento escolar. Debido a esto, ellos decidieron separar a la directora del establecimiento y comenzar una investigación. El viernes pasado, este medio trató contactarse con Bernardini, pero no respondió, mientras que desde Prensa del Ministerio dijeron que el caso no había avanzado y que cuando haya novedades ellos las harán públicas. Agregaron que las clases se estaban dictando normalmente y "que los chicos habían tenido el acto del 17 de agosto". Esto último, porque una de las quejas de los padres tenía que ver con que los actos escolares duraban hasta 4 horas y eran "extraños".

El segundo caso ocurrió en la escuela General Savio, en Calingasta; y es justamente el único que avanzó desde que tomó estado público. Este caso salió a la luz (tres días después del caso anterior) cuando los alumnos de nivel secundario decidieron realizar una manifestación frente al edificio para terminar con el hostigamiento del cual eran víctimas desde hacía años (hay reclamos desde 2011). El 9 de agosto las autoridades de Educación informaron que ellos hacía un mes que estaban investigando y que habían intervenido la escuela. Es más, durante esa protesta les informaron a los padres y estudiantes que habían sumariado al director y a la regente. Este escándalo es el que está más encaminado. Carlos González, director de Educación Técnica, dijo que hubo avance. "Se separó a los directivos, para que la investigación sea más limpia y ellos no interfieran. Luego, para que la escuela no quede acéfala se nombró -el jueves- un director. Él estará hasta que se proceda a llamar a concurso para un director y regente suplente", dijo y explicó que estas autoridades suplentes estarán en la escuela hasta que el sumario finalice y se vea si los investigados deben dejar su cargo o no definitivamente. A la vez, agregó que "próximamente" se llamará a concurso. "Cuando fuimos a la escuela, para comunicar sobre este avance, se charló con algunos papás y se les explicó que esto es un proceso y que no tenemos plazos", agregó.

El jueves pasado DIARIO DE CUYO publicó el tercer escándalo de agosto. Se trata de un caso que trascendió las barreras de San Juan, y fue noticia en numerosos medios nacionales. Papás de la escuela Bartolomé Carreras comentaron a este medio que chicos de 3er grado no tenían clases normales y que deambulaban por los grados porque el docente de ellos lloraba por haberse peleado con su novia. A pesar de que la semana pasada este escándalo se hizo público, los padres dijeron que tenían problemas desde abril pasado, pero no tenían ningún tipo de respuesta. Sin embargo, el mismo día que este medio consultó sobre el problema en el Ministerio de Educación, la cartera resolvió enviar una docente auxiliar para dictar clases para esos chicos. Este caso hasta el viernes tampoco había avanzado. Es más, los papás pedían que como en los casos anteriores, el docente sea separado de su cargo hasta que se resuelva qué hacer con él, pues tienen miedo de que tome represalias con los niños. Ante esto, Antonia Guzmán, supervisora de la Zona 22 de Rivadavia, dijo que la solución no es tan sencilla. Ella explicó que si bien hay un expediente administrativo sobre este caso, aún no se puede nombrar un docente suplente para que reemplace al del problema, porque este último tiene un cargo titular. Es por esto que el docente siguió yendo a la escuela, ocupó el aula de 3er grado y permaneció solo, mientras que los niños tuvieron clases en la Sala de Computación.