A menos de un año que se terminó el último tramo del boulevard de la Rawson, el lugar luce como un espacio verde abandonado. Hay excrementos de palomas en los asientos de madera, los pasamanos de los puentes y en todos los rincones de este paseo. Sumado a eso, tiene bancos rotos, cartelería dañada y las mangueras del sistema de riego por goteo están cortadas y desenterradas. ‘Además, hay zonas en las que está prendida la luz todo el día, porque parece que el sistema de iluminación está roto y no corta cuando sale el sol‘, dijo Sandra Bustamante, una vecina de la zona. Pablo Sales, secretario de Ambiente de la Municipalidad de la Capital, admitió que hay algunas cuadras en las que el sistema de riego no funciona. ‘En esos lugares llevamos agua con camiones de riego para que no se seque el césped‘, dijo. Mientras que en relación a la limpieza del boulevard explicó que necesitan usar la hidrolavadora para sacar el excremento de los pájaros, pero que la tienen ocupada en otras tareas. ‘Próximamente haremos esa limpieza‘, dijo. 

El nuevo boulevard va desde 9 de Julio hasta calle Rivadavia. Comenzó a ser remodelado en 2013 y fue inaugurado por tramos. En noviembre de 2015 se inauguró el último sector y de esta forma las viejas veredas rotas, los árboles secos y los grafitis en los bancos quedaron en el olvido. Esa obra completa costó $4.700.000, aproximadamente y fueron pagados con fondos municipales y otros que llegaron desde la Nación (ver aparte). 

Según la gente que trabaja en la zona o que vive frente al boulevard hasta hace unos meses era habitual ver a quinceañeras o parejas de novios que usaban el paseo para sacarse las clásicas fotos de las fiestas, pero ahora no lo hacen por la suciedad. Y si bien todos admitieron que el lugar luce su césped corto y no tiene residuos, es imposible hasta caminar por algunas cuadras. Es que las heces de los pájaros formó una capa pegajosa en los veredines. ‘Antes venía gente a caminar por el boulevard.

Además, ya casi nadie se sienta en los bancos, si es imposible porque están rotos o muy sucios‘, agregó otra vecina. 
Actualmente el césped está verde, pero ya no luce las coloridas flores que lo decoraban. También perdió el brillo de las farolas y los colores de los carteles y algunas fuentes. Una de las zonas que está más descuidada, es la que va de Córdoba a Mitre, justo frente al Hospital Rawson. En esa zona, las veredas permanecen inundadas, las luces están encendidas todo el día, las mangueras del riego están sobre los veredines y hasta los reflectores que están en el suelo se ven llenos de hojas secas y telarañas. 

‘Yo trabajo hace mucho en esta cuadra -entre Santa Fe y Rivadavia- y desde hace unos meses me encargo de prender y apagar la luz y el agua porque se rompió el reloj que hace que funcione automáticamente. Dijeron que lo iban a arreglar, pero nunca más volvieron. Acá vienen muchos turistas porque estamos cerca de la Terminal y esto nos avergüenza‘, dijo Rodolfo González y contó que diariamente pasan dos personas limpiando las bolsas, botellas, y papeles, pero que hace meses que nadie limpia con agua las veredas, los bancos y las pérgolas. 

 

Cronología

 

Junio de 2013

Comenzaron las obras en el primero (de 9 de Julio a General Paz) y en el segundo tramo (de General Paz a Córdoba). A los meses de que largaron con los trabajos hubo polémica. Hubo quejas porque los automovilistas y peatones no tenían buena visión al cruzar las calles, por el cerramiento de la obra. Estos tramos conservaron el estilo europeo que tenía el viejo paseo.

Agosto de 2014

Inauguraron los dos primeros tramos. Esto a pesar de que habían dicho que ese acto se iba a realizar en septiembre de 2013. En ese momento dijeron que fue por inconvenientes administrativos. Meses antes de la inauguración, en diciembre de 2013, habían concluido el trabajo de 9 de Julio a General Paz, pero luego empezaron con la instalación del sistema de riego y por eso tardo la apertura. 

Julio de 2015

Habilitaron el tercer tramo (de Córdoba a Santa Fe). Ahí se realizó una moderna forestación en toda la zona, cambiaron toda la luminaria, pero conservaron la estética colonial del tradicional paseo. También se renovó bancos, veredines y los cordones de la vereda. Después, el 30 de noviembre se inauguró el último tramo. Ahí colocaron sistema de riego por goteo a lo largo de unos 150 metros para poder mantener los espacios verdes.