Entre el mal olor y la limpieza. Las inmediaciones del depósito incendiado mostraban una dura postal: las calles llenas de agua y ceniza y un olor nauseabundo. El lugar ayer continuaba siendo limpiado.


El incendio del depósito de agroquímicos, en Trinidad, sumó un nuevo capítulo ayer. Es que, mientras decenas de personas limpiaron las veredas y las calles, atendieron los reclamos de los vecinos y hasta hicieron relevamientos para ver las consecuencias ambientales de semejante siniestro, salió a la luz que el lugar no tenía las 50 necesarias. Es decir, funcionaba de manera irregular. Desde el Ministerio de la Producción, cartera que debe dar la última habilitación para que un negocio de este tipo pueda abrir sus puertas, dijeron que ellos nunca dieron el Ok para que esto sucediera. Andrés Díaz Cano, a cargo de esta cartera, dijo que ellos son el "último escalón de habilitaciones" y que la empresa nunca presentó documentación para obtener el aval. Además de las autorizaciones de Producción, este tipo de comercios debe tener la habilitación de Planeamiento, Municipalidad y Bomberos. Según el jefe de Bomberos, hasta ayer no sabía si ellos lo habían habilitado, mientras que desde la Municipalidad de la Capital dijeron que no les corresponde a ellos habilitarlo porque el negocio "está emplazado en Rawson". No es así: el límite entre ambos departamentos es en Mendoza y Comandante Cabot, bastante más al sur de donde está el depósito, en Mendoza y Agustín Gómez. De hecho, desde Producción y Bomberos lo tienen registrado en Capital. Y por su lado, desde Planeamiento no respondieron a este diario. 

Precisamente por la falta de habilitación oficial, desde Producción explicaron que el depósito no está en regla para funcionar y realizar su actividad comercial. "La Dirección de Sanidad Vegetal, que es el área que habilita estos depósito, no tiene nada. Ni siquiera está declarado. En cambio sí está declarado -aunque tampoco tiene la habilitación de Sanidad Vegetal- el negocio que está enfrente y que pertenece a la misma empresa", dijo Díaz Cano y aclaró que no sabía si tenía las demás habilitaciones hechas. A la vez dijo que ellos sólo hacen inspecciones cuando se piden las habilitaciones, para saber si el lugar está en condiciones de funcionar como depósito de agroquímicos. 

En el mismo sentido, el jefe de Bomberos dijo que ellos tampoco hacen ningún tipo de inspección para pedir la documentación de los comercios. "Eso corre por cuenta de la Municipalidad, en este caso de Capital. Ellos son los que pueden clausurar un lugar si no cumple con la documentación. Nosotros chequeamos que el lugar reúna las condiciones de acuerdo a lo declarado, para dar la certificación", dijo Raúl Castro, jefe de Bomberos, y agregó que creía que el depósito tampoco tenía la habilitación de esta fuerza policial.

Los vecinos habían pedido el cierre

Los vecinos del depósito que se incendió se mostraron ayer un poco más tranquilos, tras el susto que se llevaron. Sin embargo, no dejaron de admirarse de lo que les tocó vivir. Y, mientras muchos recordaron cada detalle del incendio, de las explosiones y de cómo debieron pasar la fría noche en la calle, algunos vecinos dejaron salir el enojo. "Este depósito funciona ahí hace unos tres años, y hace dos, entre varios hicimos una presentación a la Secretaría de Ambiente porque queríamos que se fueran, pero nunca nos respondieron", dijo Cecilia Días, una de las vecinas. Mientras que otros dijeron que la nota fue presentada porque en la zona el olor a "veneno o azufre" se percibe a toda hora. Este diario consultó en Ambiente por ese pedido y respondieron que ese tema no era competencia suya.

"Ahora estamos con las ventanas y las puertas cerradas, pero el olor se mete igual. Así vivimos todos los días porque esta empresa no sé qué hace para que en las mañanas el olor invada las casas", dijo Mirtha Muñoz, otra de las mujeres que viven en la misma cuadra y que ayer mostraban todo su enojo por no haber sido escuchados.