Sin descanso. Fernando Cangialosi no sólo corta el pelo y la barba en la Plaza España, donde instala su peluquería ambulante, sino que también lo hace a domicilio y en horas de la noche para aprovechar el tiempo al máximo.

Para Fernando Cangialosi cada día es un desafío desde que amanece hasta que se pone el sol. Debe procurar que las angustias económicas no agraven su trastorno coronario y tener el carisma suficiente para atraer clientes con el oficio que desde hace un tiempo desarrolla al aire libre en un paseo céntrico. Sabe que de eso depende la manutención de su familia. Este joven de 30 años, y padre de tres hijos, es peluquero y barbero. Hace un par de semanas se instala en la Plaza España para cortar el pelo o la barba por 100 pesos. Dijo que gracias a Dios su clientela va en aumento.

En la peluquería ambulante de Fernando no falta nada. En el mueble desmontable que él mismo diseñó y fabricó está todo lo que necesario para trabajar y conformar a los clientes. Hay un juego de peines, de tijeras y de navajas, un spray y hasta un gran espejo. Todo este equipo lo carga sobre la moto para llevarlo a donde quiera. Hasta ahora, sólo lo instaló en la Plaza España. "Elegí este lugar porque está en una zona clave. Mucha gente viene a realizar trámites al Centro Cívico y de paso se corta el pelo. Al principio la gente no se animaba porque le daba un poco de vergüenza estar a la vista de todos. Pero eso está cambiando. Todos los días tengo clientes", sostuvo.

Hace 8 años a Fernando le hicieron un implante coronario. Desde entonces no pudo realizar trabajos de mucha exigencia física. Tampoco volvió a conseguir un trabajo estable, a pesar de repartir curriculum en diferentes lugares. Dijo que lo llamaron de varias partes, pero que nunca pudo volver a superar los estudios preocupacionales por su problema de corazón. Tuvo que rebuscársela para generar recursos para mantener a su familia. "Mi esposa es peluquera y empecé a ayudarla en el local que tiene en casa. Pero como cuando hay crisis la gente deja darse ciertos lujos, bajó la clientela. Por eso hice un curso de peluquería y barbería para salir a buscar clientes. Mi esposa sigue trabajando en la casa y yo de manera ambulante", dijo.

Para aumentar las ganancias, Fernando no sólo trabaja de lunes a sábado en la Plaza España, de 10 a 16. Por las noches corta el pelo y la barba a domicilio, aunque eso implique ver cada vez menos a sus hijos.