Compromiso. Daniel Molina, oficial de policía, visitó el Faunístico para ver cómo están los caballos que secuestró tras un caso de maltrato animal. Dijo que seguirá interiorizándose de su recuperación.

Ya pasaron ocho días de aquel hecho, pero aún no puede borrar el recuerdo del ruido de los latigazos y las señales de sufrimiento de los animales. Es por eso que se siente orgulloso de haber intervenido para salvarlos. Es Daniel Molina, oficial de policía que cumple funciones en la Comisaría 18va, de Albardón, y que el pasado 22 de agosto intervino de oficio en un caso de maltrato animal. Pero su trabajo no sólo pasó por detener al agresor y rescatar a los dos equinos que evidenciaban los signos del maltrato, sino que protagonizó un operativo que duró 4 días para cuidarlos y ponerlos a salvo, y que incluyó hasta pedir pasto para alimentarlos. Molina habló con DIARIO DE CUYO sobre el caso y agradeció la colaboración de los vecinos para cumplir con este objetivo.

Tiene 48 años y hace 23 que ingresó a la Policía. Pese a haber estado en enfrentamientos armados y con riesgo de vida, dijo que nunca un caso lo movilizó tanto como el del maltrato a estas dos yeguas. Es que sus padres siempre le inculcaron el amor y respeto hacia los animales. "Estábamos de recorrida por la jurisdicción cuando me sorprendió el ruido de los latigazos que el conductor de la carretela le pegaba al equino que iba tirando de la misma. Lo hacía con un rebenque de fabricación casera hecho con un caño y cable acerado. Ante esa imagen no dudé en intervenir y hacer todo lo necesario para poner a salvo a ese animal y al que llevaban tirando en la parte trasera de la carretela, con evidentes signos de desnutrición y que cojeaba. El agresor quedó detenido y los equinos a mi cuidado en la comisaría", sostuvo.

A partir de entonces, el oficial emprendió el operativo de salvataje para el cual recurrió a la colaboración de los vecinos. En primer lugar buscó a un veterinario de la zona para que evaluara el estado de los animales. El especialista diagnosticó que tenían lesiones leves y desnutrición. Luego se encargó de pedir pasto a un finquero cercano para alimentarlos. Una vez cumplida esta tarea, comenzó a buscarles un lugar donde trasladarlos para que estuvieran protegidos y con los cuidados pertinentes, ya que en la comisaría no podían dárselos. "Los animales estuvieron dos días a nuestro cuidado, luego otro finquero aceptó tenerlos en su propiedad durante el fin de semana, ya que al lunes siguiente los trasladaríamos al Faunístico. En el interín de todo esto fuimos blancos de las bromas de la gente de la zona. Cuando nos veían con las yeguas nos preguntaban si estábamos por formar una división montada, si se nos habían roto los móviles o si estábamos ahorrando combustible", contó Molina entre risas.

Agregó que un cuarto vecino colaboró en el operativo de salvataje. Fue quien trasladó gratis a los animales hasta el Faunístico donde permanecen actualmente. De todos modos, Molina no se desligó del caso. A diario se comunica con el director de este lugar, Iván Simoncelli, para conocer el estado de las yeguas y ofrecer su colaboración. "A veces los policías parecemos ser fríos y sin corazón, pero somos personas comunes y con sentimientos. Yo amo a los animales y es una gran satisfacción personal haber podido colaborar para salvar a estos equinos. Esto también fue posible porque contamos con las herramientas necesarias para poder intervenir en casos como este", concluyó el oficial.

Dijo que en la comisaría se los capacitó sobre diferentes leyes, entre ellas la de maltrato animal, lo que le permitió conocer cómo proceder ante un hecho delictivo de este tipo.


DIAGNÓSTICO

Iván Simoncelli, veterinario y director del Centro Faunístico para la Conservación de Fauna Silvestre, dijo que los dos equinos secuestrados por maltrato y que actualmente están siendo atendidos en este lugar, son hembras, una zaina y una tordilla. Agregó que ambas llegaron en un estado de salud de regular a malo. Ambas con mal estado corporal, sin reserva de grasas, con salencias óseas (a simple vista se les ven algunos huesos como son las costillas) y desnutridas. Sostuvo que no tienen lesiones físicas de consideración, sino algunas marcas que, aparentemente, pueden ser a consecuencia de los latigazos. Actualmente, ambos animales están con un plan de alimentación nutritivo con doble ración de heno y alfalfa diaria.