Las domadas. Durante dos horas el público pudo disfrutar de algunas jineteadas. En las gradas naturales, el público resistió cubriéndose de la lluvia con lo que tuvo a mano.

Desde antes de las 18 hubo gente que hizo fila para entrar al predio José Dolores, en Médano de Oro, Rawson. El entusiasmo por ver de cerca a los caballos y a sus jinetes pudo más que la lluvia que mojó a todos los presentes. Con paraguas, pilotos y hasta bolsas plásticas la gente mostró resistencia y se mantuvo inmóvil en las gradas del predio José Dolores y disfrutó de dos horas de destrezas criollas y de domadas. Sin embargo, el agua pudo más y la organización decidió suspender el primer día del Festival Mayor de Doma y Folclore. Anoche, minutos antes de las 22, se tomó esta decisión e informaron que hoy todo arrancará a las 16. Es decir, dos horas antes de lo previsto.

Desde temprano el predio lució lleno. Los primeros en llegar se sentaron cerca del alambrado que divide las gradas naturales con el campo de doma. Durante la tarde, el público se limitó a mirar, tímidamente, a los primeros gauchos que hicieron sus destrezas arriba de los chúcaros, mientras que con el paso de las horas el público se volvió protagonista del festejo.

Con aplausos, gritos y hasta haciendo flamear algunas banderas la gente disfrutó de esa jornada, en la que el agua fue hasta protagonistas de las payadas. 

"No queremos movernos, a pesar de la lluvia", "trajimos varias sombrillas para usarlas como paraguas", "en la camioneta tenemos un nailon grande para cubrirnos si se larga la tormenta más fuerte" y "sabíamos que la lluvia estaba pronosticada, pero igual vinimos". Estos fueron algunos de los testimonios que dio la gente que durante dos horas permaneció sentada sin importar la lluvia. 

Durante ese corto tiempo el festival se vivió con mucha alegría. En el campo de doma, los gauchos comenzaron con un festival de destrezas criollas, en el que participaron hasta niños. Ese espectáculo sirvió para romper el hielo de la noche. Posteriormente comenzó la doma y la adrenalina.

Las primeras domadas fueron duras y algunos jinetes debieron ser asistidos por los médicos. En ese contexto, los recitados de los payadores pusieron a Nuestra Señora de la Fuente como la protectora de todo el gauchaje que participó de este festival. Y, a pesar de que la fiesta se estaba realizando sin que la lluvia influyera, desde la organización decidieron suspenderla por seguridad. Dijeron que habías muchas conexiones eléctricas que ponían en riesgo a la gente, y además explicaron que los caballos y jinetes estaban muy expuestos a sufrir algún tipo de accidente.

 

Preparados. Muchos aficionados a las jineteadas levaron pilotos para evitar mojarse. Otros usaron hasta nailon para cubrirse del agua.
En la previa. Antes de que comenzaran las jineteadas la clásica feria de productores fue una gran atracción.

 

Para hoy

  • 2 horas antes arrancará hoy la actividad en el Festival de Doma y Destrezas Criollas de Médano de Oro. Se espera que la jornada pueda completarse, sin suspensiones.

 

Para todos los gustos

  • La feria de productores y artesanos que se montó en el Predio Gaucho José Dolores tuvo atractivos para personas de todas las edades. Los stands de chacinados fueron los más concurridos.


Entradas

  • Las personas que durante la jornada de ayer pagaron la entrada para disfrutar del espectáculo hoy podrán ingresar presentando el ticket, sin problema.

 

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Destrezas

En la previa de las domadas varias agrupaciones gauchas de la provincia participaron de un concurso de destrezas criollas. Compitieron en equipos y debieron superar algunos obstáculos con sus caballos. Fueron ovacionados.

 

Preparación

Prestando atención a cada parte de la indumentaria. Atentos a su turno y controlando los nervios, los jinetes se prepararon para deleitar al público con sus jineteadas. Hubo jinetes de varias provincias que se inscribieron para el festival.

 

Bien temprano

El gauchaje sanjuanino llegó bien temprano al predio, cuando aún no llovía. En familia y bien preparados se apostaron en Médano de Oro para disfrutar de una jornada, que fue más breve que lo habitual, por la suspensió