En la vereda. Los vecinos sacaron las sillas a la vereda para los censistas. Los niños prestaron atención para saber de qué se trataba el censo. 

Minutos antes de las 9, las calles de San Juan parecían un desierto. Como en las peores épocas de pandemia, estaban totalmente vacías. Un rato más tarde, en las veredas se pudo percibir lentamente cómo el Censo de Población y Vivienda empezaba a tomar forma. Es que los censistas empezaron a recorrer las calles y a golpear puertas en busca de la información. Ayer se realizó, luego de 12 años, el Censo 2022 en todo el país, y en San Juan se vivió en un ambiente de mucha tranquilidad y amabilidad por parte de la gente.

Censados. En todas las viviendas dejaron el sticker que indicaba que ya habían sido censados, a modo de comprobante.

Mientras el termómetro marcaba -0,8 grados de temperatura y el sol a pesar de estar en su máximo esplendor no transmitía calor, los 9.200 censistas que se distribuyeron para la jornada de ayer salieron a hacer su trabajo, una tarea que en muchos lugares fue muy ágil debido a que la gente había respondido el censo de manera digital, y en otros fue un poco más demoroso porque esto no había pasado. En este sentido, el Ministerio de Finanzas y Hacienda informó que el 52,6% de la población sanjuanina ya había respondido el cuestionario de manera digital.

Digital. Sobre todo en las zonas más urbanas, la gente ya había hecho el censo digital y ayer simplemente mostró el certificado. 

Algunos salieron a recibir a los censistas en pijama, con pantuflas y con cara de dormidos. Otros optaron por pegar en la puerta de sus casas el certificado de finalización del censo y los datos de cuántas personas viven en esa vivienda y de qué sexo son. "Recién empiezo con el censo y de las tres casas que hice, en dos ya habían respondido online. Tardé menos de un minuto", dijo Camila Calívar, una joven que estuvo encargada de censar un consorcio de departamentos muy cerca de la plaza 25 de Mayo. Esto hizo que el censo fuera ágil en casi toda la provincia.

En el centro y sus alrededores la tranquilidad fue algo generalizada. Alguna que otra persona barriendo la vereda, regando los árboles o simplemente esperando la llegada de los censistas, fueron parte de las postales que dejó el día del relevamiento. Sobre todo en las primeras horas. Y si bien después del mediodía el panorama fue un poco diferente, no se volvió mucho menos tranquilo. Es que hubo movimiento en las calles, vehículos que iban y venían y personas caminando por la vereda, pero el día se vivió como un feriado de esos donde casi nadie sale de su casa.

  • "Hoy la verdad está todo tranquilo. La gente responde con mucha amabilidad". - Jesús Olivera / Censista
  • "Hacer el censo digital es una buena forma. Es fácil para nosotros y los censistas" - Lucía Martín / Rivadavia
  • "Con los adultos mayores nos tardamos más, porque a veces no escuchan las preguntas".- Lucas Gutiérrez / Censista

Un poco más lejos del centro el panorama no fue muy diferente, hasta cerca de las 11, cuando el sol se empezó a hacer sentir con fuerza y la temperatura se volvió un poco más amena. "Ya nos está dando calor de tanto caminar. Eso que a primera hora de la mañana no se aguantaba el frío. Además, ya empezamos a ver más personas en la calle, antes todo parecía un desierto", agregó Manuel Peiró, un censista que le tocó hacer varias casas de la Ignacio de la Roza, en Rivadavia.

En algunos barrios alejados del centro y asentamientos el día del censo se vivió con mucha alegría. La gente esperó a los censistas con las mesas en la vereda, les prestó sillas para que se sentaran, los hizo pasar a sus casas y algunos hasta les convidaron algo para comer o beber. "Me levanté bien temprano, limpiamos la vereda de la casa y regamos todo para que cuando los chicos llegaran a hacer el censo la casa estuviera en condiciones", dijo Laura Carrizo, de Rivadavia, mientras que su vecina comentó que desde antes de las 9 ya estaban listos para recibir a los censistas, pues para ellos era un evento muy importante. "A mis nietos les hablaron del censo y están ansiosos de saber qué es", agregó.

En estas zonas, los niños jugando y a la vez esperando la llegada de los censistas, la música a todo volumen que salía de algunas casitas y el olor a tortitas recién tostadas le pusieron un poco más de color a la jornada. "Estamos acompañando a los censistas, porque a muchos les da un poco de miedo entrar solos a la villa, pero la gente está contenta esperándolos", dijo Elías Cabello, uno de los referentes del asentamiento Evita, en La Bebida, que estuvo al lado de los censistas en todo momento para que se sintieran seguros.

  • 387 Escuelas afectadas

En estos establecimientos escolares fueron montadas las sedes del censo. Estas escuelas fueron el punto de encuentro de los censistas que después recorrieron las calles. Ahí hubo autoridades que guiaron el trabajo y coordinaron el relevamiento en todos los departamentos sanjuaninos.

Bien temprano

En la familia Vázquez el censo los tomó por sorpresa. Es que si bien sabían que se hacía, no esperaban que llegaran tan temprano. Igual armaron todo rápido y atendieron a la joven.

Censados trabajando

Jorge Díaz y su esposa abrieron la verdulería de su casa como todos los días y en ese lugar recibieron al censista, que les hizo las preguntas mientras ellos trabajaban.