El restorán que está debajo de un puente
En la intersección de Ruta 40 y General Acha. En ese lugar hay un puesto de comida, ubicado en plena calle.
En la intersección de Ruta 40 y General Acha. En ese lugar hay un puesto de comida, ubicado en plena calle.
Todas las noches, a partir de las 21, la gente comienza a agolparse bajo el puente de Ruta 40 y General Acha, en el departamento Rawson. Y no es para ver alguna vuelta ciclística o cualquier otra actividad deportiva. Lo hace para conseguir una mesa donde disfrutar de un choripán, cómodamente sentada a la orilla de la ruta. Allí funciona el puesto de comida Carlos y Carlitos Junior que arrancó como una venta callejera de choripán y que se transformó en un tipo restorán con una amplia clientela.
Carlos Díaz abrió el puesto y armó sólo dos mesas. En media hora de trabajo tuvo que armar tres más por la creciente demanda. En ese lapso llegaron 5 vehículos que estacionaron, uno tras otro, sobre el veredín del costado de la ruta. De uno de los autos bajó un matrimonio con 4 hijos que llegó al lugar para cenar en familia bajo el puente. ’Cuando abrí el puesto hace 17 años fue pensando en venderle chori y hamburguesas a los remiseros que pasaban por el lugar o a los grupos de amigos que les gusta comer algo después de jugar a la pelota. Pero de a poco comenzaron a venir familias enteras a comer acá y tuve que ampliar el servicio’, dijo Carlos Díaz, propietario del puesto de comida.
El hombre contó que con el tiempo incorporó la venta de lomos, destinados especialmente para los niños, y tuvo que contratar personal para poder atender en tiempo y forma a toda la clientela. ’Cuando arranqué sólo trabajábamos mi hijo y yo, pero ahora tengo 4 empleados. Es que además de la gente que viene a sentarse a comer acá, también hay personas que vienen a comprar para llevar’, dijo Díaz quien atribuyó el éxito de su negocio a la ’conducta y calidad de trabajo’. ’Nunca permití borrachos en este local por lo que las familias pueden disfrutar con tranquilidad de su cena. Además, cocinamos a la vista de todos y con mercadería de primera para no defraudar a los clientes’, dijo Díaz.
A la medianoche es casi imposible cruzar la intersección de General Acha y Ruta 40. A esa hora, pese a estar prohibido, hay vehículos estacionados a ambos costados de la ruta, bajo el puente. Mientras, sus dueños esperan a que Don Carlos haga espacio para armar una mesa más para poder sentarse a comer sin que les resulte molesto el intenso tránsito que atraviesa por esa intersección, el calor acumulado en el pavimento ni el olor a combustible que emana de los vehículos que pasan a escasos centímetros de este patio de comidas al aire libre.