Orgullo. Cynthia González y Gabriel Castillo dijeron que con el descubrimiento de los nuevos parásitos también se logró revalorizar la función del Faunístico como centro para la conservación de la fauna en peligro.

El Faunístico, Centro para la Conservación de la Fauna Silvestre, en Rivadavia, volvió a ser noticia por los logros científicos alcanzados. Cynthia González, veterinaria del lugar, descubrió dos nuevos géneros de parásitos que se alojan en el organismo de las tortugas terrestres. Dijo que este hallazgo es el puntapié para realizar otras investigaciones con el objetivo de mejorar el tratamiento de las patologías que pueden afectar a estos reptiles. González, junto con la colaboración de Gabriel Castillo, biólogo e investigador del Conicet, publicaron el descubrimiento en una revista científica de Estados Unidos y participaron del Congreso Nacional de Parasitología que se realizó la semana pasada en Corrientes. A fines del año pasado, en el Faunístico nació el primer cóndor en cautiverio, gracias al trabajo de los profesionales del lugar.

La tortuga en la que se descubrió los nuevos parásitos tenía más de 20 años. Murió por causas naturales.

La muerte de una de las tortugas que alberga el Faunístico fue la razón del nuevo descubrimiento científico. Se le practicó la autopsia de rigor y durante ese procedimiento se logró identificar dos nuevos géneros de parásitos. ’Cada vez que muere un animal se le practica una necropsia para determinar la presencia de parásitos en alguno de sus órganos. En el caso de esta tortuga descubrí dos géneros nuevos de nematodos blancos que son gusanos de cuerpo cilíndrico y delgado que me llamaron la atención por su tamaño. Un grupo medía unos dos centímetros y el otro medio centímetro. Esto me llevó a investigar si estos tipos de parásitos ya habían sido identificados y descubrí que no’, sostuvo Cynthia González.

Para realizar este último trabajo, la veterinaria contó con la colaboración de Gabriel Castillo, que se especializa en parasitología en reptiles, y con quien realizó la publicación del descubrimiento en la revista Herpetológica Review, de Estados Unidos. Entre ambos lograron determinar algunas características de estos nuevos parásitos. ’Se trata de parásitos que se alojan sólo en el intestino grueso de las tortugas y que, en principio, no generarían daño, ya que se alimentan de bacterias patógenas. Pero, recién estamos en plena investigación para determinar otras características y si pueden ser un peligro para la salud de estos animales. En este marco, estamos analizando la materia fecal de las tortugas para determinar la presencia o no de huevos y si están infectados’, explicó González. 


La especialista agregó que estos estudios permitirán conocer el ciclo de estos parásitos y si se autocontagian. Todo esto permitirá determinar si pueden provocar alguna patología y la necesidad de tomar algunas medidas preventivas como separar a las tortugas o mantener una limpieza más asidua en sus refugios para prevenir que se contagien de estos organismos a través de la materia fecal. ’La publicación del hallazgo le permitirá a los veterinarios conocer del tema y mejorar los tratamientos de algunas patologías’, sostuvo.