“¿Cuántas personas pueden ir arriba de una moto?”, preguntó el instructor. Y se armó el debate: 1, 2 e incluso 3 personas, dijeron algunos.

“Si la moto es grande, pueden ir 3”, justificaba uno. Pero todo se zanjó con la explicación de rigor y hasta la promesa de los chicos de que si los llevan en moto siempre usarán casco y chaleco.

En una colonia de Rawson, los chicos aprendieron sobre seguridad vial, se sacaron varias dudas y luego pusieron en práctica algunas enseñanzas en la pista y sobre los kartings.

Y la particularidad fue que en el intercambio a la hora de las preguntas y respuestas, los niños reconocieron que algunos papás se equivocan a la hora de manejar o de cumplir reglas básicas de conducta vial, por lo que se comprometieron a enseñarles para que corrijan lo que hacen mal.

Por grupos y en una pista con señalizaciones que armaron sobre la cancha de hockey sobre patines en el camping del SEC, ayer a los niños les dieron clases de educación vial.

“Hablamos sobre el uso del cinturón de seguridad, del casco, les enseñamos a reconocer las señales viales o los límites de velocidad”, explicó Jonatan Arévalo, uno de los instructores.
La Pista Itinerante de Educación Vial es una iniciativa que gestó la Municipalidad de Rawson, ya hace un tiempo.

El año pasado visitó las colonias que funcionan sólo en Rawson, pero para esta nueva edición y por pedido del Ministerio de Desarrollo Humano va a llegar a 19 colonias de 11 departamentos. La semana que viene terminarán las clases en Rawson y empezarán a dar las charlas en sedes incluso fuera del Gran San Juan.

El objetivo es intensificar las campañas de prevención de siniestros viales entre los niños y para eso pretenden llegar a 5.380 niños una vez que finalicen las colonias.

“Había cosas que sabía de la escuela y otras que aprendí acá, como algunas señales. Pero lo mejor es poder andar en karting”, dijo Alexis Andrada (10). Y es que sobre la pista, los chicos primero se pusieron los cinturones de seguridad de sus kartings y luego avanzaron, frenando sobre las señales de Pare o en las sendas peatonales o disminuyendo el ritmo frente a los carteles de escuela, tal cual les enseñaron. 

Además, se llevaron folletos que, dijeron, les iban a dar a sus padres para que siguieran aprendiendo de seguridad vial.