En la segunda gestión uñaquista, Marcelo Yornet tomó las riendas del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). El funcionario venía de la Dirección de Arquitectura, por lo que conoce el engranaje constructivo. El arquitecto pasó por el programa "A todo o nada" de Radio Sarmiento y habló del incremento del nivel de morosidad en el pago de las cuotas de casas por la actual crisis y que está en evaluación el lanzamiento de una moratoria. Además, remarcó que el gobernador Sergio Uñac bajó línea para que la construcción de hogares no se detenga y hoy, pese a la emergencia, el organismo tiene en ejecución unas 3.800 viviendas. Y también destacó que se está armando un área para agilizar los trámites de recuperación de las casas que fueron abandonadas por los adjudicatarios.

 

– ¿Cómo se encuentra la ejecución de viviendas teniendo en cuenta el aislamiento por la pandemia?

– Con los últimos dos barrios que hemos entregado, estamos cerca de las 3.800 viviendas en construcción. Lo que ha sucedido es que, ante esta situación, al principio las empresas bajaron el ritmo por el tema del movimiento de gente. Después, hubo algunas que pararon. Pero el Gobernador nos bajó línea para que vivienda no pare, que baje el ritmo, pero que no pare. En algún momento, el 80 por ciento de las obras estuvieron en funcionamiento y ahora, prácticamente, está el 100 por ciento de las obras, en un ritmo más bajo, pero se están construyendo.

– De esas casas en construcción, ¿cuántas están en etapa de finalización?

– Tenemos alrededor de cuatro barrios que están ya en finalización, como el 7 de Septiembre, que primero entregamos 70 y nos quedan 130. Tenemos Olivares del Sur en Pocito, que quizás sea el primero que entreguemos en unos días más. Después tenemos dos barrios en 9 de Julio, el Senderos del Oeste y el Nuestra Señora del Rosario. Para fines de junio, principios de julio, tenemos el barrio de una asistencia financiera al gremio de Viales y de Luz y Fuerza.

– ¿Cuántos barrios planean entregar hasta fin de año?

– Alrededor de 7 u 8 barrios vamos a poder entregar este año, seguro. Pensábamos entregar dos barrios por mes, ese era el plan a principio de año. Nunca sabíamos que iba a pasar esto. Entonces, estamos tratando de poder entregar, por lo menos, un barrio por mes.

"Una vivienda del IPV tiene hoy un costo de, aproximadamente, 2 millones de pesos". 

– ¿Cómo viene el tema de la morosidad en el pago de las cuotas?

– De por si hay mucha morosidad. Estamos buscando alternativas para ver cómo podemos hacer. Hicimos postergaciones de vencimientos para que la gente pueda pagar su boleta, hemos habilitado una casilla de mail para que pueda pedir su boleta, hemos habilitado un mail para que la gente se comunique y les enviamos en PDF su boleta anterior.

– ¿Cón cuánta morosidad venían antes de la pandemia?

– Pagaba el 40 por ciento y debemos estar en un 20 por ciento. Estamos tratando de ver si volvemos a hacer que el empleado público acceda a un descuento por planilla, porque sería importantísimo. Aparte, hay una ley que dice que si sos empleado público no podés tener deuda con el Estado. Entonces, eso hay que cumplirlo. No va a ser obligatorio, es voluntario, pero volver a que se puede acceder a eso. A que se adhieran al débito automático.

– ¿Eso lo van a aplicar en lo inmediato?

– Sí. Necesitamos, de alguna manera, tener el recupero. Hay gente que paga 50 u 80 pesos por una vivienda y no la cancela, aunque tenemos muchas cancelaciones.

– Ante este nivel de morosidad, y teniendo en cuenta que el IPV no quita una casa, ya sea por una cuestión social o política, ¿evalúan lanzar algún tipo de moratoria?

– Hemos estado evaluando. La gente de Gestión de Cobro, que es el área que se encarga de esto, nos ha presentado una propuesta, así que lo vamos a evaluar. Tengo que verla bien y consensuarlo con el ministro de Obras y con el Gobernador.

– ¿Cuánto es la deuda total que hay con el IPV?

– Es muy elevada. No tengo un número exacto de la deuda que tiene la gente con el IPV.

– ¿Ve posible la aplicación de una moratoria?

– Sí, ante esta situación es conveniente. Estamos evaluando lanzar un programa de moratoria. Después, el tema de la quita de viviendas es complicado. Tenemos muchas denuncias. En este tiempo hemos podido ir evaluando muchas cosas. Ahora estamos armando un área porque queremos trabajar mucho en recuperar las viviendas abandonadas, saqueadas, que las han destruido o que a la gente no les ha convenido el lugar que le dieron y no las habitó nunca y no fueron al IPV a entregar las llaves. Darle un corte a eso porque tiene mucho camino legal, administrativo, y poder recuperarlas para poder entregárselas a la gente que la necesita.

"El costo de las cuotas de las casas que estamos entregando es de 3.500 y 4.000 pesos".

– ¿Cuántas viviendas son?

– Hace unos meses habían alrededor de 200 viviendas en estas situaciones. Es un barrio. Hay distintos casos. Todas esas situaciones estamos retomándolas.

– ¿Van a crear un área específica?

– Estamos trabajando porque se necesita un seguimiento, si no, estos trámites se van demorando, se van quedando y vemos el expediente de una casa y tiene cinco denuncias de que no está habitada. Después están las revocaciones de adjudicaciones, que son muchísimas, pero todavía eso no hemos podido sacar. Ahí está un tema social de sacar a una familia. Entonces, eso hay que trabajarlo desde otro punto de vista, para que la gente vea que la casa la tiene que pagar, que no la puede vender mientras no la haya cancelado, que no la puede alquilar. Las inmobiliarias tienen que saber eso. Se pueden alquilar, pero el dueño tiene que venir al IPV, decir que no va a poder habitar la casa y la alquila el IPV. Es la cuota más un 30 por ciento y va al IPV, no va al adjudicatario. No sé si las inmobiliarias lo saben o no, pero el tema es que hay casas que se alquilan. Entonces, en ese sentido, hay que aclararlo porque la gente dice que no sabe. Si no la va a habitar, no la abandone, ni la entregue. Recurra al IPV y le aconsejaremos qué hacer para que no la pierda.

– En cuanto al banco de tierras, ¿cómo sigue funcionando, teniendo en cuenta que los recursos son menos?

– Tenemos varios terrenos en el IPV para la construcción de diversos barrios. Con los que se habían comprado tenemos para hacer 8 mil viviendas más. En este momento, no estamos comprando nada por esta situación de la pandemia, pero, por otro lado, no somos los únicos que definimos qué hacer con los terreno, sino que está interviniendo y estamos trabajando en una muy buena relación con la Dirección de Planeamiento y Desarrollo Urbano. Nosotros participamos porque, con nuestra impronta, estamos influyendo en una ciudad. Entonces, no podemos tomar, ni comprar un terreno que no cumpla ciertas condiciones, que no esté en una planificación. Hay muchos departamentos que ya tienen una planificación urbana. Entonces, todo eso está manejado mucho por la Dirección de Planeamiento. Por lo tanto, cuando nos ofrecen algún terreno, nos reunimos con la gente de Planeamiento y ellos determinan si cumple o no con los requisitos. Ese banco de terrenos ya no es una cuestión meramente del IPV sino que va a estar consensuada. No obstante, los inmuebles que ya había adquirido el organismo serán para la edificación de casas.

– ¿Cuándo van a lanzar la operatoria que consistía en la venta de terrenos para clase media, en el que se pueden tomar créditos de la operatoria individual para la construcción de viviendas?

– Ese es un proyecto que está bastante avanzado. Le he pedido a la gente de Planificación que lo termine de evaluar para ver cómo podemos hacer, porque hemos visto que dentro del programa que presenta Nación, el Argentina Construye, hay una parte de terrenos con servicios para usar a través del Procrear. En el planteo urbano del proyecto hay una gran avenida central en la que van a ir monoblocks, viviendas que vamos a hacer en un futuro. El resto va a ser para Procrear o a través de préstamos de la operatoria individual.

– ¿No hay fecha estimada?

– No, estamos trabajando en todo el proyecto.

– ¿Qué va a suceder con los sorteos en los departamentos alejados?

– Este va a ser el tercer sorteo, que es el de los departamentos de Calingasta, Iglesia, Valle Fértil y Jáchal. La idea era hacerlo a mediados de este año, pero con toda esta situación del coronavirus se complicó.

– ¿Planean hacer el sorteo antes de fin de año?

– Sí. La intención no es hacer el sorteo y que la casa recién se entregue a los tres años, si no que la idea es acercar un poco el sorteo a la entrega de la vivienda. Hay que hacer un reempadronamiento en esos departamentos porque no podemos seguir con el padrón que tenemos. Para este mes teníamos previsto llevar a cabo un reempadronamiento, llevar las oficinas móviles a los distintos departamentos para que la gente pueda inscribirse, pero, ante esta situación, no lo hemos podido hacer y todo esto nos va atrasando.