* Por Luis Eduardo Meglioli
 Especial para
 DIARIO DE CUYO


A la hora del adiós definitivo se hace complejo memorar con estricta justicia la vida de un empresario de reconocida actuación en la provincia y uno de los precursores del desarrollo de San Juan, Dante Américo Montes. Sobre todo porque dejó ejemplos de hombre de lucha en los sectores donde le tocó actuar, cultivando una disciplina surgida de su cuna de inmigrantes españoles, de donde provenían sus padres. Sus primeros pasos, muy joven, junto a su hermano Francisco Salvador, de inolvidable memoria, fallecido en 2003, tuvieron como objetivo una agencia publicitaria, "Argentina publicidad" y, posteriormente, en los años 50, como propietarios de "DIARIO DE CUYO". En este medio desarrolló su tarea desde la dirección comercial acompañando en todo momento a Don Francisco, cabeza de la titánica tarea de convertir al rotativo en lo que muy pronto fue, una empresa editorial que permanece a la vanguardia de la aceptación de los sanjuaninos en más de medio siglo, y que sirve de referencia inapelable fuera de nuestras fronteras, cuando se habla del devenir provincial. Desde su labor, contribuyó a vincular el proyecto empresarial, como presidente del Directorio de DIARIO DE CUYO, en los últimos años, con los más variados sectores de la vida activa de la provincia, lo que afirmó su inalterable compromiso con el crecimiento de San Juan.


También ocupó funciones de responsabilidad en el Banco Agrario de San Juan, y desde su misión como propietario de "Dante Montes, Viajes", una de las primeras agencias de ese rubro de San Juan, logró ser reconocido como presidente del Skal Club, entidad internacional de agencias de viajes, a través de la cual representó a San Juan y el país en numerosos encuentros en todo el mundo.


Desde lo familiar, su ejemplo de vida gestado en una estirpe de padres almerienses y cinco hermanos, marcó la formación de sus 8 hijos, Dante, Alejandro, Elvira, Fernando, Cecilia, Diego, Nicolasa y Luis Montes, y de sus nietos. En ese camino inevitablemente formativo, a su manera campechana y directa, inculcó en todos ellos el camino del estudio y el perfeccionamiento para el trabajo, desde las distintas profesiones que supieron elegir, buscando persuadirlos, con apasionada tenacidad, por el camino del trabajo, bajo convicciones familiares de honestidad y sacrificios. De charla lúcida y serena, Dante fue un buen lector y demostró respeto por todas las opiniones, aún por aquellas con las que no coincidía y así logró forjar cientos de amistades con personas de distintos pensamientos en cada paso que dio en su longeva vida.


El ya no está con nosotros pero su presencia de caballero permanecerá profundamente, como el rasgo que sobrevive a los hombres, cuando sembraron de bonhomía su largo camino terrenal. Especialmente en  cada uno de sus familiares y amigos que hoy lloran su partida. Dante Américo Montes falleció ayer a los 87 años de edad, sus restos son velados en salas de Cochería San Juan, ubicadas en calle General Acha 131 Sur, Trinidad. El sepelio será este viernes, a las 13,30hs, en el Cementerio Parque El Palmar, 9 de Julio.