Cada vez más emprendedores deciden probar suerte en un negocio que se encuentra en plena expansión en la provincia: el food truck. El objetivo principal de la mayoría es contar con una fuente de dinero extra para hacerle frente a la crisis. Mientras que para unos pocos representa un hobbie rentable. En la provincia hay uno 30 tráilers que ofrecen una propuesta gastronómica innovadora, al paso y a buen precio.

Que el food truck sea un alternativa para aumentar los ingresos, es una realidad que se basa en algunos simples cálculos. Por un lado, la inversión que requiere no es tan alta como la de instalar y mantener un restaurante tradicional y, por otro, se presenta como una oferta original en el mercado gastronómico que cada vez cuenta con más adeptos. Esto es lo que tuvieron en cuenta los emprendedores locales para subirse a este negocio que es un complemento de sus trabajos estables. "La mayoría de los dueños de los food trucks tiene otro trabajo y sólo se inició en el negocio para tener otra fuente de dinero y hacer frente a la crisis. Una de las ventajas es que con esto se trabaja sólo los fines de semana y en algunas ocasiones especiales, por lo que no interfiere con las demás obligaciones laborales. Pero, como en todo negocio, a veces te va bien y a veces mal", dijo Leandro Ruiz, quien junto a su hermano son los propietarios de Hamburgo Burger y Maldito Perro, dos tráilers que ofrecen hamburguesas y hotdogs con agregados especiales. Ambos también tienen una empresa de catering para eventos que es su principal fuente de trabajo.

Lo principal para poner en marcha este servicio es contar con un tráiler totalmente equipado para cocinar con todas las comodidades y a la vista del público. Según los emprendedores locales la puesta a punto de esta cocina-restorán móvil, supera el medio millón de pesos.

Javier Castro es uno de los emprendedores más nuevos. Hace seis meses abrió Chimp Food Truck con la esperanza de aumentar sus ingresos, ya que el sueldo que cobra en la empresa de computación donde trabaja no le es suficiente para vivir. Dijo que eligió este negocio porque requiere menos gastos fijos que un restorán tradicional y un servicio simplificado. Es que la mayoría de los tráilers son atendidos por sus propios dueños. "Los gastos fijos básicamente son el pago del monotributo, del seguro de responsabilidad civil por el tráiler, la compra de mercadería y vajilla descartable. Incluso, la contratación de personal es ocasional y depende de si el evento en el que se va a participar tendrá un público multitudinario", dijo Castro.

Por su parte, Fabián Celsa, propietario de La Lucía y uno de los pioneros del food truck en la provincia, hizo referencia a las desventajas del negocio. Sostuvo que las opciones para trabajar con esta propuesta son pocas, al menos por ahora. "Sólo trabajamos en eventos privados o en algunos populares organizados por el Gobierno. Como no tenemos una ley que regule nuestro trabajo, nos tenemos que conformar con estas opciones. En los eventos privados tenemos que pagar un canon por el espacio ocupado. Mientras que en la mayoría de los eventos oficiales estamos eximidos de este pago. Es el único beneficio, aunque eso no nos garantiza ganancia. Todo depende de las ventas", sostuvo.

Si bien la mayoría de los emprendedores en la provincia recurrió al food truck para aumentar sus ingresos, algunos lo tomaron como un hobbie rentable y la oportunidad de incursionar en un rubro nuevo. Es el caso de Alejandro De la Torre, que se dedica a la exportación de pasas y que echó andar un food truck de paletas heladas artesanales para que su hijo, que estudia Administración de Empresa, se inicie en el mundo de los negocios. Pero también para concretar su gusto personal por la gastronomía dulce. "Cualquier negocio, por más pequeño que sea, se debe encarar y mantener con responsabilidad. Con mi hijo viajamos a Buenos Aires para hacer cursos de heladería artesanal para capacitarnos en el rubro. Hace dos años inauguramos nuestro food truck de paletas y cremas heladas artesanales para ofrecer un servicio diferente en la provincia y vivir una nueva experiencia", dijo el empresario.

El fenómeno food truck, o la comida callejera innovadora y creativa, se inició hace tres años en la provincia, cuando aparecieron las primeras iniciativas de este tipo y que llamaron la atención de la gente. En ese entonces, no eran más de tres los tráilers. Tras el crecimiento, se formó la Asociación Food Trucks San Juan, que actualmente tiene 12 miembros. "Con la asociación buscamos promocionar nuestro trabajo y que se nos tenga en cuenta para los eventos. Por eso en el Ministerio de Turismo dejamos una lista de los food truck asociados y el servicio que prestan. Esto nos ha servido para que el Gobierno nos convoque a participar de diferentes eventos como la Fiesta del Sol y de la Juventud, y la jornada por el eclipse solar", dijo Fabián Celsa.

El secreto del éxito de los food truck, según sus propios dueños, radica en que tienen un perfil de restoranes ambulantes en los que se ofrece comida informal, pero con un plus de calidad e innovación como las hamburguesas con cebolla caramelizada o sánguches de entraña asada con roquefort. Pero, dentro de esta oferta gastronómica, también hay propuestas que se destacan por brindar un servicio distinto. Es el caso de Vertical Beer Truck que ofrece cervezas artesanales y de Violinista Winetruck que ofrece vinos varietales de autor. Ellos, junto al resto de los emprendimientos locales, participaron del Foody"s Festival del Food Truck que se realizó el año pasado en San Juan.

"La comida entra por los ojos", dice el refrán que los dueños de food truck tienen muy en cuenta a la hora de prestar su servicio. No sólo se esmeran en la presentación de cada plato, sino también en la estética de los tráilers que comparten características comunes: colores energéticos y arte gráfico con tono urbano que capta la atención de todos. Y que justifican el negocio.

Herencia gastronómica
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Hace tres años que Fabián Celsa echó a andar su food truck La Lucía para continuar con el legado gastronómico de su familia. En un principio tuvo un restorán pero cambió a la gastronomía ambulante por una cuestión de costos. Ahora ofrece comidas rápidas, pero con un sello de autenticidad y regionalismo. "Los turistas son los que más acuden a los food trucks, por eso trato de darles una impronta local a mis recetas. Entre otros platos, ofrezco sánguches de punta de espalda con una salsa casera para realzar su sabor", sostuvo.

Negocio en expansión

Leandro Ruiz se inició en la gastronomía ambulante con la "choclonera", una bicicleta en la que salía a vender choclos asados con manteca saborizada. Actualmente tiene dos food trucks, Hamburgo Burger y Maldito Perro. El primer puesto ambulante de hamburguesa lo inauguró a principios de 2016 y a los pocos meses echó a andar el de hotdogs, ambos con elaboración artesanal. "Usamos un pan elaborado con manteca, muy esponjoso y sabroso. Y agregamos cebolla caramelizada, entre otros condimentos, para darles un sello distintivo", dijo.

Emprendimiento entre amigos

Javier Castro hace seis meses que abrió junto a un par de amigos el Chimp Food Truck. Todos aportaron sus ahorros para encargar la fabricación del tráiler y equiparlo con todo lo necesario para la elaboración de hamburguesas gourmet, con el agregado de verduras asadas. "Viendo que se acerca el verano y que la gente sale más a comer, decidimos probar suerte con el food truck, y hasta ahora estamos trabajando bien, aunque la crisis aún no nos permite tener buenas ganancias, sobre todo por el precio de la mercadería", dijo.

Trabajo para todos

Hace tres años inauguró Vertical Beer Truck para ofrecer cerveza artesanal y continuar con una cadena de trabajo en la provincia. Martín Gómez, uno de los empleados encargados de la atención, dijo que la cerveza se la compran a un productor sanjuanino. "El negocio de los food trucks no sólo beneficia a sus dueños, ya que también fomenta el trabajo de terceros. A la gente le gusta la idea de poder degustar diferentes variedades de cervezas artesanales en un tráiler que está al aire libre y sin riesgo de quedarse sin lugar para hacerlo", dijo.

Una apuesta al sabor

El sánguche de entraña con diferentes tipos de salsas caseras preparadas en el momento es la apuesta gastronómica más fuerte en el food truck Meat Point, que hacer tres años puso en marcha Juan de Benito junto a su socia Micaela Canto. Actualmente tienen tres tráilers gastronómicos con los que recorren toda la provincia para participar en diferentes eventos privados, como el Kite Fest, en Iglesia. "Estos eventos son la oportunidad más prometedora. El secreto es mantener abierto hasta que se vaya la última persona del lugar", sostuvo De Benito.

Emprendedores y productores

Alejandro de La Torre y su hijo Martín no sólo abrieron Paletón, un food truck de paletas y cremas heladas artesanales, sino que son ellos mismos quienes la producen. "Hicimos un curso de heladería y nos capacitamos en las paletas heladas que van rellenas de diferentes preparaciones y en cremas heladas artesanales. Compramos las máquinas para elaborar ambos productos nosotros mismos. Realmente es una actividad que nos gusta mucho y que no interfiere ni con mi trabajo ni con los estudios de mi hijo", sostuvo Alejandro.

El canon

5.000

Es el monto mínimo del canon que suelen pagar los dueños de los food truck por cada carro en la realización de eventos privados, para ocupar su espacio. Se agrega a sus gastos fijos.

Opinión

"Necesitamos una norma con las reglas del juego"

Por Por Augusto Nehín
Presidente de la Cámara
Hotelera y Gastronómica

"En la provincia no hay ninguna legislación que regule el trabajo de esta modalidad de gastronomía. Necesitamos una norma que establezca las reglas del juego y cómo deben trabajar los food trucks para que no se conviertan en una competencia desleal para la gente que tiene un restorán instalado y que tiene muchos gastos fijos, como el pago de impuestos, alquiler y personal. Por eso desde la Cámara estamos buscando una ley que regule esta actividad, ya que hay provincias como Buenos Aires, Córdoba y Mendoza que tienen esta legislación. Nos hemos reunido con autoridades de Turismo para plantear nuestra inquietud y se comprometieron a trabajar en conjunto para este objetivo, pero aún no nos han convocado nuevamente. De todos modos vamos a continuar insistiendo en la necesidad de una ley que regule esta actividad, a la que no nos oponemos. Sólo buscamos que haya derechos y obligaciones como corresponde".