Estrategia. Antes de comenzar un partido de speedball, los competidores deben planear una estrategia de ataque que les permita avanzar rápido y dominar al enemigo.


El campo de las destrezas criollas de la agrupación gaucha El Mangrullo, en Marquesado, ayer se transformó en un escenario en el que hubo un gran despliegue de tácticas de ataque, puntería y adrenalina. Fue durante el desarrollo del Encuentro Nacional de Speedball, una disciplina de paintball, que comenzó a practicarse en la provincia. Equipos de Córdoba, Mendoza y San Luis llegaron a San Juan para participar de los partidos que, por el profesionalismo de los participantes, duran hasta menos de 30 segundos. El encuentro estuvo organizado por Sikrios Paintball San Juan.

La primera actividad del día fue transformar el predio de la doma en un campo de batalla muy particular. Se dividió en dos sectores en los que se instalaron los búnkers (grandes estructuras inflables) para que los jugadores se pudieran ocultar del enemigo, refugiarse de los impactos con bolitas de pintura y poder llegar a tomar su base. Esta tarea demoró un par de horas, ya que hay que colocarlos en la misma posición y cantidad en los sectores de cada equipo. 

 

A la voz de "go", comenzó el sonido ensordecedor de los disparos de las marcadoras de los 8 participantes que se movieron rápidamente y con gran agilidad por entre los obstáculos. A los 28 segundos terminó el partido, tiempo que le llevó a uno de los equipos "eliminar" a todos sus contrincantes. "El speedball es una disciplina más veloz que el paintball y que se practica en un campo armado y no en uno natural. Es algo nuevo en la provincia por eso organizamos este encuentro para que la gente lo conozca", dijo José María Chica, de Sikrios.

El campo. Para la práctica de speedball se arma un campo de batalla con búnkers inflables para que los competidores se oculten. 

Julio Rivero fue uno de los participantes más importantes del encuentro. Preside la Asociación Cordobesa de Paintball y es el encargado de enseñar los secretos de la nueva disciplina por todo el país. Ayer dio una clínica sobre la misma tanto a los jugadores locales como a los que llegaron desde Mendoza y San Luis. "El campo de batalla es como un tablero de ajedrez en el que se debe realizar una jugada bien pensada y sin perder tiempo para avanzar rápidamente. Tienen que tener en claro cómo pararse y cómo disparar, y eso sólo se logra con mucho entrenamiento", dijo Rivero.

Terminada la charla, dos nuevos equipos se ubicaron en el campo de batalla para comenzar con un nuevo desafío. Esta vez, con la técnica mejor aprendida, razón por la que el partido terminó a los 25 segundos de iniciado.

La práctica de speedball se desarrolló desde la mañana hasta la tarde, pero tuvo un recreo gastronómico. Todos los participantes compartieron un asado antes de retomar la competencia.

Visita. En el encuentro de speedball de ayer participaron equipos de Mendoza, Córdoba y San Luis. 

 

Velocidad

220  kilómetros por hora es la velocidad a la que viajan las bolitas de pintura que se disparan en una competencia de speedball.

Costo de equipo

Las marcadoras con las que se disparan las bolitas de pintura en la práctica de speedball cuestan 1.500 dólares. A ellas se les agrega la garrafa de aire y el cargador, que cuestan 400 dólares.