Beso de película. Los recién casados le imprimieron todo el romanticismo a la curiosa escena de la ceremonia entre las pilas de residuos clasificados y los compañeros de trabajo de la planta de tratamiento.


La planta de tratamiento de residuos sólidos ubicada en Rivadavia se convirtió ayer al mediodía en un escenario inimaginable: allí formalizaron su matrimonio un empleado del lugar y su novia, dando por cumplido de esa particular forma su sueño de casarse en el sitio que les “da de comer”.

Cecilia Soto (29) y Nicolás López (27) se casaron, con ceremonia civil, libreta y todo, ante el aplauso de los compañeros de trabajo del muchacho, de funcionarios como el titular de Ambiente Raúl Tello y el diputado nacional José Luis Gioja, y rodeados de pilas de residuos dispuestos para su clasificación y compactación.

La historia atrás de este enlace inédito es tan curiosa y romántica como el casamiento mismo. La novia fue la dueña de la idea, fue ella quien había llegado hasta la planta de tratamiento de basura a hacerle la proposición formal de enlace al muchacho, con la complicidad del personal y las autoridades del lugar.

Pusieron fecha y, aunque les parecía increíble al principio, finalmente lo concretaron. Para ellos es especial poder casarse allí mismo porque ese trabajo los sacó de una larga serie de pesares económicos. Y para que pudieran cumplir ese sueño, además, contaron con la ayuda de muchas personas.

Por eso todos terminaron emocionados con los besos cinematográficos de la pareja, tirándoles arroz y vivando a los novios con el imponente cerro de fondo.