Los productores de vino, mosto, uvas y pasas sanjuaninos fueron invitados ayer -junto al resto de provincias vitivinícolas- a prestar atención al mercado centroamericano para vender sus productos, bajo el argumento de que se están desaprovechando jugosos negocios. De acuerdo a los últimos datos, los países de América Central representan un mercado de 75 millones de habitantes, con una fuerte presencia del turismo internacional y una demanda consolidada de productos de la cadena vitivinícola que se pueden aprovechar y potenciar. Esa es la principal conclusión a la que se llegó ayer en un encuentro virtual entre la Cancillería, la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Exterior, la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), y los embajadores argentinos en Nicaragua, República Dominicana, El Salvador y Panamá. Participaron también referentes del INV, de Wines of Argentina, las Cámaras del Mosto y Vino a Granel y empresas del sector de las pasas y uva en fresco.

Centroamérica es un mercado con grandes posibilidades para los productos vitivinícolas. Según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino y complementados por los aportes de las oficinas comerciales de las distintas embajadas en estos países, Centroamérica hoy representa el 0,86% de todas las exportaciones en volumen de vinos fraccionados y a granel que tuvo Argentina en 2019.

Es un mercado muy pequeño, pero con grandes chances de crecer en el corto plazo para el vino y con oportunidades de diversificación para el jugo de uva concentrado, las pasas y la uva en fresco. La región compuesta por Costa Rica, Belice, Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador al año 2019 registró importaciones totales por 21,5 millones de litros de vino fraccionado y 661.000 litros de vinos a granel. Esto es un crecimiento del 7% en volumen en relación al 2018. De este mercado, Argentina participa de sólo el 13% en el caso de los vinos fraccionados cuando Chile tiene el 48%, y no juega en el caso de los vinos a granel, ya que España se lleva el 59% del negocio total.

En el jugo de uva concentrado o mosto, si bien Argentina es el mayor exportador mundial de este endulzante natural, en Centroamérica tiene un mercado de sólo el 3% en volumen, cuando Estados Unidos se lleva el 65%. En el caso de las pasas de uva, Argentina sólo tiene el 9% de ese mercado en volumen cuando Chile ostenta el 33%, Estados Unidos el 23% o China el 10%.

Mientras que en la uva en fresco, siendo que Centroamérica es un mercado que en 2019 importó 33.347 toneladas, Argentina tiene participación cero. Allí Estados Unidos ostenta el 40% del negocio y Perú el 29%. Y en muchos casos no es un problema de aranceles para la producción argentina. Según datos al 2020 del Observatorio Vitivinícola Argentino, en países como Nicaragua, la uva en fresco o las pasas llegan a este mercado con un arancel del 0% igual que Chile.

En Panamá, otro de los ejemplos, el vino fraccionado o a granel argentino llega con un arancel del 13,2%, mientras que Chile paga el 12% y Estados Unidos el 15%. Con el jugo de uva concentrado pasa igual: Argentina paga el mismo 6,67% de arancel que Chile o Estados Unidos. En República Dominicana los productos vitivinícolas de Argentina enfrentan la misma estructura arancelaria que los productos chilenos. "Creemos que un mercado de 75 millones de habitantes y con cercanía geográfica es una gran oportunidad", dijo Daniel Capitanich, embajador argentino en Nicaragua.

Por su parte José Alberto Zuccardi, presidente de Coviar, pidió trabajar en aspectos arancelarios y barreras paraarancelarias que puedan existir, además de intercambiar información.

Crecimiento

4 por ciento anual promedio crecen las importaciones de vino a Centroamérica, aunque en el 2019 el ascenso fue mayor: subió 7% el volumen de vino demandado en esa zona.

Vinos fraccionados

21,5 son los millones de litros de vino fraccionado que importan anualmente los países de Centroamérica. De ellos, Argentina le vende solamente 2,7 millones de litros.