La escena fue conmovedora y reveladora. No sólo mostró el dolor del pueblo, sino también el amor que supo conquistar en su corta vida. Se trata de Hilario Uribe, de 4 años de vida, quien falleció el domingo pasado tras ser golpeado por un arco que le cayó encima cuando se encontraba en pleno festejo del cumpleaños de uno de sus dos hermanos. Murió casi de inmediato y su partida entristeció a Barreal, su tierra natal. Quienes lo conocieron lo describieron como un niño que "derrochaba" amor, que se hacía querer y que disfrutaba de las cosas sencillas. Familiares y amigos se reunieron ayer en su casa para despedirlo antes de que sus restos fueran cremados.

"No tengo palabras para explicar el dolor que siento. Aún no entiendo lo que pasó y me cuesta mucho creer que ya no lo voy a volver a ver entrar a mi negocio, ni sentir su abrazo y su risa. Su muerte fue una tragedia que enlutó a todo Barreal", dijo Diego Ossa, primo de Josefina Ossa, mamá de Juan Hilario.

El hombre contó que tiene una ferretería y que a Juan Hilario le encantaba recorrer las góndolas para "curiosear" todo lo que había. "Cada vez que venía, los empleados se turnaban para acompañarlo a recorrer el negocio. Le gustaba mucho ir a la sala de monitoreo de las cámaras de seguridad y mirar todo lo que pasaba. Hasta anoche recibí el llamado de los empleados llorando por lo sucedido. Lo vamos a extrañar mucho", sostuvo Ossa.

Curioso, inquieto y amante de la naturaleza. Así describió el hombre a su sobrino. Dijo que le encantaba hacer trekking en familia y pasear a caballo. Y siempre con entusiasmo y una sonrisa, disfrutando de cada momento. Juancito era un niño que jamás se quejaba de nada, que nunca estaba de mal humor y que siempre se veía feliz", dijo.

Ossa también contó que Juan Hilario era el menor de tres hermanos, y que su trágica muerte ocurrió cuando la familia estaba festejando el cumpleaños de Salvador, el hermano del medio. Y que la muerte del nene fue casi inmediata. "Cuando llegó al hospital de Barreal ya tenía muerte cerebral, pero igual decidieron trasladarlo a San Juan, aunque fue en vano. Yo llevaba a mi mamá hacia San Juan para acompañar a la familia y nos encontramos en el camino una ambulancia que venía a Calingasta. Era la que trasladaba el cuerpo de Juan. Nos cruzamos en el camino y no lo supimos. Recién cuando tuvimos señal de teléfono nos enteramos de la triste noticia", dijo.

Lo mismo les sucedió a los familiares que viven en San Juan y que viajaron a Barreal para participar de la fiesta de cumpleaños. Recién se enteraron de la muerte del nene cuando regresaron a la ciudad. De inmediato emprendieron el regreso a la localidad calingastina para despedirse del pequeño.

La despedida de Juan Hilario se llevó a cabo ayer a la mañana en su casa paterna y con la participación de familiares y amigos. Hasta Tome, su perrita, estuvo presente. La llevaron sus hermanos para que también ella pudiera despedirlo antes de que sus restos fueran trasladados a San Juan para ser cremados, según contó Diego Ossa.


EN LA JUSTICIA

La Unidad Fiscal de Investigaciones Nro 4 es la que se está encargando de establecer cómo sucedió el hecho trágico que se cobró la vida del nene de 4 años en la cancha donde celebraban el cumpleaños de su hermanito.

Según declaraciones de testigos, el arco se vino abajo cuando uno de los niños que jugaban se colgó del travesaño para festejar un gol. Pero esta versión, al menos hasta el cierre de esta edición, no era corroborada por fuentes judiciales. Sí trascendió que se investigaba si la estructura había estado debidamente fijada al piso y, más aún, si el local contaba con todos los permisos, habilitaciones y seguros correspondientes, para lo cual el fiscal pidió documentación al municipio.

El trágico hecho tuvo lugar en un lugar donde se realizan eventos sociales, llamado Cristóbal Fútbol Club.