Con banderas celestes y blancas, la cara pintada con los mismos colores, con las camisetas de la Selección y con bombos y redoblantes, unos 1.000 jóvenes que forman parte de las distintas parroquias de San Juan participaron ayer de la Jornada Arquidiocesana de la Juventud. Este encuentro estuvo atravesado por el Mundial de Fútbol, que le aportó todo su color. El tradicional encuentro no se realizaba de manera presencial desde 2019 y por esto, los participantes disfrutaron la actividad con mucha alegría. Esta jornada fue en el Estadio Aldo Cantoni y tuvo como cierre la ordenación del Obispo Auxiliar, Mario Robles.La cita era a las 15,30 y los chicos llegaron con puntualidad.

Intenciones. En la entrada, los chicos escribían en un cartel el nombre de algún conocido para pedir la protección de Dios.

Dentro del Aldo Cantoni, todo fue una fiesta. Antes de subir a las tribunas los chicos participaron de una actividad en la que debían dejar escrito en un cartel el nombre de personas que necesiten la ayuda de Dios. "Messi" y "La Scaloneta" fueron algunos de los nombres que los jóvenes escribieron en ese cartel. Es que el clima de Qatar 2022 dijo presente en todo momento. Hasta los juegos de preguntas y respuestas que hubo durante la jornada estuvieron relacionados a las mascotas de los mundiales, los últimos campeones y las canciones de las diferentes Copas del Mundo.

Adoración. Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la adoración a la Eucaristía. Hubo silencio absoluto en el millar de jóvenes.

Las mismas canciones que todos los fines de semana se escuchan en las canchas de fútbol, fueron furor ayer en la Jornada Arquidiocesana de la Juventud. Pero a diferencia de las tribunas, los chicos no hicieron referencia a los rivales como lo hacen las hinchadas de fútbol. Cantaron a favor de su parroquia e hicieron referencia a Dios, el papa Francisco y María.

Juegos. A través de un código QR los chicos ingresaron a diferentes trivias relacionadas a los Mundiales de fútbol y hubo premios.

A la euforia, los chicos le sumaron también respeto y emoción. Sobre todo cuando Carlos María Domínguez, Obispo Auxiliar, pidió silencio para rezar y encomendarse a Dios. En ese momento, los jóvenes acallaron los bombos y los gritos. Sentados y en una calma total, escucharon al sacerdote que les compartió un video del papa Francisco e hizo que los chicos hasta se emocionaran al contar anécdotas de otros jóvenes.

PROTAGONISTAS

Ariel Vila - Capital

“Este año la jornada no fue tan convocante como en ediciones anteriores, pero igualmente
la disfrutamos mucho. Es una actividad que extrañábamos y que nos hace muy felices”.

Carolina Cortez - Capital

“Pertenezco a los Jóvenes Diocesanos de la Acción Católica y me hace muy feliz ver
que somos muchos los jóvenes que nos sumamos a este tipo de actividades, que nos
hacen muy bien”.

Amelia Zeballos Rawson

“Esta jornada es una tradición entre los jóvenes y hacía mucho que no la disfrutábamos.
Me parece que es muy importante que se realice porque nos llena de buena energía”.

Benjamín Céspedes Santa Lucía

“Pertenezco a la parroquia de Concepción y vinimos con un grupo de amigos. Me gusta
que este tipo de encuentro nos invite a los jóvenes a divertirnos de una manera bien sana”.

El padre Robles fue ordenado 

En septiembre pasado se anunció que el sacerdote sanjuanino Mario Robles había sido designado Obispo Auxiliar por el papa Francisco. Ayer el religioso fue ordenado, durante el cierre de la Jornada Arquidiocesana.

En una ceremonia emotiva, que contó con la presencia de obispos de otras provincias, sacerdotes y que estuvo encabezada por monseñor Jorge Lozano, el sanjuanino pasó a formar parte de la cúpula mayor de la Iglesia en la provincia.

Durante la ordenación se compartió información sobre el padre Mario y se mostró el escudo que el sacerdote eligió para que lo acompañe en su tarea pastoral. Este escudo está formado por imágenes que representan su lugar de ascendencia, como por ejemplo el Submarino de Ischigualasto y un cordero, que evoca al patrono de la provincia, San Juan Bautista. Con mucha emoción y a la vez mucha alegría, el padre Robles, agradeció a todos los que lo acompañaron.