Lo que tres años atrás se planteó como una suerte de desafío, simplemente aprender a usar una máquina de coser que antes utilizaba su madre, ayer valió una gratificación impensada hace un mes para Valeria Naranjo, quien entregó a la red solidaria que se sumó los primeros 60 barbijos que confeccionó en este período de aislamiento obligatorio en prevención del coronavirus.

Más allá de sentir que está ayudando a los agentes sanitarios de la provincia, Valeria valoró como un momento de "disfrute" que encontró en estas mañanas porque dispone de un tiempo para enfocarse en coser, un hobbie que descubrió no hace mucho.

Todo comenzó porque reconoció que le gustan los desafíos. Y uno que se le planteó fue que no sabía utilizar la máquina de coser que sólo ocupaba espacio en la casa, una herramienta que sí utilizaba su madre, a quien cuida en la actualidad por las tardes.

Así fue que empezó a tomar clases de costura y fue su profesora quien propuso hacer barbijos y donarlos, cuando la palabra coronavirus se adueñó de los medios de comunicación: "Fue una idea que nos enganchó a varias compañeras y terminamos sumándonos a una red que coordina (el productor de moda) Mathías Sambrizzi", describió Valeria, quien agregó que en el hogar el más chico de sus tres hijos varones, Joaquín, es quien está más atento a colaborar.

Aclaró que también se siente bien porque investigó si estaba haciendo barbijos realmente aptos para esta contingencia. Ya tenía tela friselina, que su esposo dentista utilizó en el consultorio, y no sólo vio que era útil sino que compartió parte del material con una compañera que también estaba con el mismo entusiasmo, pero sin tela.

No dudó en calificar al momento de tener aguja e hijo como "terapéutico. Realmente lo estoy disfrutando. En todo momento, porque estás haciendo algo lindo para tu casa, una decoración o en este caso, para ayudar. Es un disfrute". Además de la prevención de la propagación del virus, Valeria -que también se dedica a estudiar antroposofía- considera que estos días de aislamiento también son una oportunidad para que cada persona pueda realizar una introspección. "Esto fue un sacudón. Todos vamos a replantearnos muchas cosas", concluyó.