Es cordobesa y con una vasta experiencia en educación, tecnología y niños. Reconocida en el ambiente docente por tener un discurso sencillo y directo. Está convencida que la base de todo se encuentra en el amor hacia los niños. Hace un llamado para que se los escuche más, que se los mire más y se pase más tiempo con ellos. Es Liliana González que llega hoy a San Juan para dar una serie de conferencias. La actividad será hoy y mañana (ver aparte).


-¿Cómo impacta la tecnología en los chicos?


-No se puede generalizar. La tecnología es buena, es una herramienta súper valiosa que se transforma en mala cuando ocupa toda la vida de los chicos. Cuando dejan de jugar, no hacen deportes, no tienen amigos de piel y huesos. Viven en sus casas adentro de una burbuja.


-¿Cómo se puede limitar el uso de la tecnología cuando muchos papás están todo el día fuera de casa trabajando?


-Es importante que los chicos se queden con alguien, nunca solos. Ese alguien debe tener las consignas que los papás dan antes de irse. Deben saber qué se ve y qué no. En qué horarios. Esta es una forma de estar sin estar, es decir, dejando directrices.


-¿Qué tiempo es el que debe pasar un chico adelante del celular, la tablet o la computadora?


-Lo aconsejable es dos horas por día, y nunca antes de los dos años. Además se debe estar ante una pantalla hasta dos horas antes de dormir. Lo dice la OMS hace más de una década, esto es porque la melatonina empieza a circular cuando hay oscuridad. Demora dos horas en hacer efecto. Por eso lo ideal es apagar todas las pantallas entre las 20 o las 21 para que el niño duerma a las 22 y así descanse las 8 horas necesarias.


-Hay papás que se quejan por la gran cantidad de tareas extraescolares que sus hijos llevan a la casa. ¿Esto es bueno?


-La cantidad de tareas extraescolares está estrechamente relacionada con lo poco que se aprende en clase. Es responsabilidad de la escuela que los chicos aprendan más en el aula para que en la casa puedan jugar. Pero la familia tampoco puede darle toda la responsabilidad a la escuela, porque las instituciones están recibiendo niños con poca educación, con dificultades para convivir, para jugar. A los docentes se les hace difícil dar clases con chicos que no respetan. Es una responsabilidad compartida.


-¿Qué opina de la educación sexual en la escuela?


-Hace un tiempo escribí un libro sobre ese tema. Creo que la educación sexual se debe dar en el ámbito familiar, privado. Y que en la escuela se debe obtener sólo alguna información. La educación sexual debe ser de cada padre a cada hijo porque se da a gotitas. Uno no se sienta de un día para el otro para explicar todo. Hay que ir acompañando la pregunta de los chicos. Para un docente es difícil respondes las inquietudes de 30 alumnos. Es por eso que considero que es una función absoluta y prioritariamente familiar porque además va impregnada de determinados valores que soy muy individuales.


 

-¿Es difícil poner límites a los chicos de hoy?


-Para poner limites hay que haber estado en tiempo y forma. Haber jugado, mirado, escucharlos. Los chicos se tienen que sentir amados para aceptar el límite. Pero el amor necesita presencia. Si vos no estás en casa en todo el día es muy difícil plantear la crianza sólo en el limite, porque seria casi un disciplinamiento, un castigo o una amenaza. Eso no es educación. El problema de los límites se da cuando no hay tiempo para el amor, cuando no hay tiempo para el encuentro. Cuando al final ni siquiera conocés a tu hijo por el poco tiempo que se comparte. El límite es necesario y es una consecuencia del amor. Si amás sabés decirle que no porque eso significa que lo estás cuidando. Hay que revisar el amor, más que pensar en más limites.


-¿Qué sucede con los adolescentes que no tienen amigos o tienen dificultades para relacionarse?


-El adolescente necesita estar con amigos. Los amigos vienen a ocupar el lugar más importante en la adolescencia. Si llega sin amigos, es un gran signo de preguntas, hay que ver qué le pasa. Un adolescente solo es un peligro, es un riesgo.


-¿Cómo se puede solucionar la problemática del bullying en las escuelas?


-Los papás tienen que estar atentos y ver cuán feliz vuelven sus hijos a casa. Hay que mirarlos y escucharlos. Eso también deben hacer los docentes. Mirarlos en el recreo, si están solos, si son agredidos. Hay que mirarlos más.


-¿Por qué cree que hay tantos casos de violencia escolar?


-Porque los adultos estamos violentos, no aguantamos a los que piensan distintos y eso se lo transmitimos a los niños. La violencia no nace con los chicos. Ellos la aprenden de la sociedad.


-¿Cuál es su receta para tener tanta llegada al mundo docente?


No tengo la menor idea. Será que digo lo que el otro quiere escuchar, que me pongo en la piel del papá o del docente, no hablo desde los libros.



>>Las disertaciones

Liliana González dará charlas para padres, docentes y psicopedagogos. La primera será hoy a partir de las 18,30 en el Teatro Municipal, frente a la plaza 25 de Mayo. Mañana, en el mismo sitio, el encuentro comenzará a las 19. Este evento fue organizado por OSDE y cuenta con el auspicio de la Municipalidad de la Capital. Es libre y gratuito.