Desolación. En la casa de la familia Luna el lavarropa y la heladera quedaron llenos de agua. Estaban desesperados porque no sabían si iban a volver a funcionar cuando los enchufaran nuevamente.


 

Caminar por la veredas de la calle Perito Moreno al norte de Sargento Cabral, en Capital, fue una odisea. Las veredas se volvieron resbaladizas, no se sabía qué había en el suelo porque el agua estaba marrón (la mayoría de la gente anduvo descalza) y solamente se podía mantener el equilibrio si ante cada paso los vecinos se tomaban de las rejas de las casas. Esto, porque un caño roto hizo que el lugar se inundara. El agua no sólo copó las calles y las veredas sino que también ingresó a unas cuatro viviendas y cuatro más se vieron afectadas.

El desastre que causó fue tal, que hasta las mascotas fueron subidas arriba de los muebles porque en algunos lugares el agua superó los 50 centímetros. Esta situación fue soportada por los vecinos durante 7 horas.

El lugar parecía azotado por una lluvia torrencial. En esa cuadra hubo vecinos que no pudieron salir a trabajar porque no tenían cómo sacar los vehículos. Otros que salieron de sus casas caminando, con los zapatos en la mano y con los pantalones arremangados.

Ahí, el agua helada hizo que en el interior de las viviendas el frío se sintiera como en los meses más frescos del año, mientras que el olor a humedad invadió todo el vecindario.

Desde las 6 de la mañana, de vereda a vereda, los vecinos se comunicaron para saber hasta dónde les llegaba el agua en las casas y para ver si alguien necesitaba más ayuda que otro.

Hubo 8 familias afectadas y 4 de ellas tuvieron el agua casi hasta las rodillas hasta pasadas las 13.

Desde el techo. Valerio Alive vive solo y no tenía cómo salir de su casa. Se subió al techo y hasta desayunó arriba gracias a que una vecina lo asistió.


Valerio Alive vive en la última casa de la cuadra. Desde el techo de su vivienda, a los gritos y después de haber recibido el desayuno que una de sus vecinas le pasó por el patio, el hombre comentó que no podía ingresar a su vivienda porque el agua había copado todos los rincones. "No puedo entrar, ni siquiera estar en el fondo porque está todo inundado. Tampoco puedo abrir la puerta porque va a ser peor y se va a meter más agua. Además no tuve tiempo ni de cortar la luz y eso me da miedo", dijo el hombre, que pasó más de 7 horas sentado en el techo de su casa. Otro de los vecinos, el más afectado, comentó que lo primero que hizo fue cortar la electricidad. "Tengo a mis hijos durmiendo en las habitaciones y esperando para llevarlos a otro lugar. Vamos a perder todo seguramente", dijo Débora Luna, quien mostró que en su habitación el agua le llegaba a la altura de la cama, y en el baño a la altura del inodoro.

Según la gente de la zona no es la primera vez que pasan por esta situación. "Cada vez que llueve, se tapa una cuneta o se rompe un caño nos inundamos. Hubo una vez que en vez de agua era líquido cloacal. Estamos cansados, queremos que nos nivelen la calle para que no pase más. Hay vecinos que perdieron mucho", agregó Nancy Álvarez, otra vecina. Ante esto, desde la Municipalidad de la Capital dijeron que tienen un plan pero que están esperando que OSSE solucione unos problemas con las cañerías. Por su parte, desde OSSE no respondieron porque el titular estaba afuera de la provincia.