Le encanta diseñar ropa, pero desde que se enteró de la contaminación que produce la industria textil, con millones de toneladas de ropa ‘pasada de moda’ que se tiran en el mundo, decidió hacer algo para modificarlo. La sanjuanina Paula Moya (39), de Rawson, comenzó su carrera como diseñadora de indumentaria en Córdoba en el 2008, y tras un largo camino, ahora triunfa en el mercado chileno donde ha desarrollado dos marcas de diseño con telas y ropas recicladas. ‘’El Fast Fashion (ropa rápida) no puede seguir en el
planeta porque lo está destruyendo y para los que amamos la moda, la única forma que subsista el diseño es a través del ‘upcycling’ (suprarreciclado) porque si no, tendríamos que dejar de producir”, cuenta Paula, la mente creativa de Chez y Triaca.

Diseño de la marca Triaca, es un estilo más colorido y juvenil, que combina
ropa reciclada en una prenda única.

En 2020, tras asociarse con Martín Llorens Caminotti (35), un diseñador gráfico cordobés, ampliaron y desarrollaron el conjunto de marcas que se comercializan en tiendas del Mall Plaza Los Dominicos, en Las Condes, en la tienda Metamorfa, en Valparaiso, y en Café Azul, en Providencia. En febrero se sumará una plataforma online (FeriaFo) donde el mayor número de productos va a tener presencia online con distribución a todo Chile. Chez mantiene un concepto de minimalismo básico cambiando su forma de producción y Triaca tiene un estilo más colorido y tipologías alternativas. Paula incursionó en el 2008 en una marca adolescente de prendas vintage, que no tuvo aceptación, y empezó a producir nuevos diseños en serie. En el 2018 produjo Chez, una marca inspirada por la crisis económica de Argentina, teniendo como parámetro la disminución del consumo
textil, y buscando un vestuario variado con pocas prendas. En octubre de 2019 se fue a vivir a Chile, donde despertó fuerte su conciencia ecológica, se hizo veganay ahondó en la problemática  de la segunda industria más contaminante del mundo, la textil.
‘’Así nació Triaca (antídoto en el Imperio romano), sinónimode antídoto contra el fast-fashion”,  dice la emprendedora, que agrega que el público de ambas marcas es variado: ‘’Justamente buscamos abarcar la mayor cantidad de mercado posible,
dando así una oportunidad de conseguir su prenda única y de edición limitada, con toda la conciencia del upcycling, a cualquier persona que decida iniciar el camino de la moda textil sustentable”.

Para los diseños minimalistas de Chez se usan fundas de almohadones, cortinas y manteles reciclados, entre otros.

Ferias americanas

Los emprendedores consiguen los materiales para sus prendas en ferias americanas y donaciones. Todas las prendas son unisex. Sus precios rondan los $4.500 (34.999 pesos chilenos) para un remerón, un blazer puede costar $8.400, un kimono, 4.800, y una camisa, $3.600.