La postal es tan lamentable como desesperante. En un campo, un tendal de vacunos que murieron de hambre y sed sirve para graficar la situación agravante que sufre Valle Fértil producto de la sequía. Son aproximadamente 400 los productores ganaderos que padecen la falta de lluvias en el lugar. La última precipitación importante se dio en febrero último y hoy es el principal causante de esta situación que le cuesta a cada ganadero, en promedio, unos $40.000 al mes.

Para salvaguardar las haciendas, cada productor debe invertir aproximadamente 1.000 pesos por mes en cada animal, arrendando los pocos campos que todavía cuentan con pastizales y alguna vertiente. "Ya no sabemos qué hacer. Todos los días pedimos por el milagro que llueva porque los animales se nos están muriendo de hambre y sed", comentó Ramón Guzmán, un productor oriundo de Chucuma.

Valle Fértil sufre una sequía tan grave que los vallistas ya la comparan con la de 2013, cuando también sufrieron fuertes pérdidas económicas por la muerte de animales. Cabe destacar que la producción ganadera es la segunda predominante en ese departamento, que tiene como fuerte principal a la actividad turística.

"No quiero ni sacar cuentas, pero calculo que llevo más de 80 animales muertos este último mes", se lamentó Federico Belbruno, productor que viene padeciendo la situación en su campo situado en el bajo de Chucuma. El hombre afirmó que en estos últimos tres meses invirtió las ganancias de los últimos dos años. Es que en un campo de 10 mil hectáreas tenía 815 animales entre vacas, toros y terneros y debido a que las vertientes ya están secas, tuvo que llevar electrobombas que, ante la falta de electricidad en el lugar (ubicado a 6 kilómetros de Baldes de Funes), requirió de grupos electrógenos. Por eso calcula que está invirtiendo cerca de 150 mil pesos por mes sólo en agua. Eso sin contar lo que gastó en fardos de pasto y maíz que lleva semanalmente como para poner de pie a los animales y otra vez mandarlos al campo en busca de algún pastizal.

"Es una situación muy fea, he visto a mi padre dejar la vida en ese campo, es lo que uno eligió para su vida. Pero esta situación de sequía te sobrepasa y te dan ganas de tirar todo, te parte el alma pero tenemos que seguir, como sea", manifestó Belbruno, dolido de ver los restos de vacas flacas que ya se cobró la sequía y que lucen tendidas en su campo.

La situación también es igual de grave para los medianos y pequeños productores que ya no tienen casi alternativas para salvar a sus animales, sobre todo desde el lado económico. Ante la falta de campos para llevar los animales a pastar, tienen que recurrir a comprar de su bolsillo fardos de pasto y gastar entre 350 y 400 pesos por cada uno. Y si se tiene en cuenta que un animal consume un fardo por día, es casi imposible de costear. Mucho más si también deben conseguir camiones cisterna de agua para los reservorios: cada viaje cuesta 3.500 pesos y para unos 40 animales, se necesita dos viajes mensuales.

La otra alternativa y la más utilizada por estos tiempos, es arrendar esos campos que todavía cuentan con algo de pastos en sus terrenos. Para eso, los propietarios de terrenos cobran entre 600 y 900 pesos mensuales por cada animal. De este modo, un productor ganadero promedio (aquel que tiene unos 40 animales) se gasta 40 mil pesos mensuales entre el arriendo y flete: 7 mil pesos cuesta cada viaje hasta el campo arrendado (se requieren 2 viajes).

"Tengo 40 animales pero llevé a arrendar 22 porque tienen crías, me gasté 13.200 pesos más 7 mil de flete, pero todo sea para salvar aunque sea esos animales, por eso tuvimos que hacer el esfuerzo", expresó Alfredo Guzmán. En la Sierra de Chávez, Julio Chávez tiene sus animales allí y ya padeció la muerte de una vaca: "Está muy fea la situación porque no llueve y cuando llueva también tendremos que esperar a que crezca la vegetación en los campos", comentó.

El último fin de semana, una llovizna en Balde de las Chilcas y Balde del Sur encendió la esperanza, pero no pasó de eso. También precipitó en mayor cantidad en Sierra de Chávez, y aunque sirvió para apagar un incendio rural que llevaba días, tampoco hace que crezca pasto de inmediato o mejore las condiciones de la cría de ganado.


Malvender

La salida que toman muchos productores que ya no pueden costear un arriendo es vender los animales a un precio muy inferior, que generalmente es al 50%. "Se hace para poder salvar al resto de animales", comentó Horacio Lucero. Si no, otra chance es optar por la "cría a medias", es decir el productor lleva sus animales al campo arrendado y después retira sólo la mitad de la cantidad que llevó; lógicamente que es la opción menos deseada, pues los propietarios de animales no sacan ganancia alguna.

Qué piden

Los productores de ganado vacuno y caprino de Valle Fértil coincidieron en que la solución para este drama sería que las autoridades gubernamentales ayuden con la construcción de represas en los campos o al menos colaborando con el préstamo de las máquinas que se requieren para cavar represas. Hoy en día si algún productor requiere de estas maquinarias, debe abonar 2.500 pesos por hora para utilizar las mismas. Esos reservorios servirían para aprovechar al máximo las tormentas, aseguraron.

Ayuda municipal

La Municipalidad realizó hace unos días la entrega de fardos de pasto para productores ganaderos de Baldes de Funes y Baldes del Sur de Chucuma. Domingo Lucero, del Área Producción, dijo que se están realizando diferentes obras de cañerías para tratar de asistir con agua a los pueblos. En Baldes del Rosario ya hicieron 3 km, en Baldes de Las Chilcas están proyectados 8 km de cañería para represas. Además, según el funcionario, se optimizó un antiguo canal de Las Tumanas para llevar agua a varios campos.