El caso del catequista imputado por abuso sexual a menores conmocionó a los sanjuaninos, especialmente a los padres en general ante la posibilidad de que sus hijos sean víctimas de este flagelo. El jueves pasado lo excarcelaron, pero la causa sigue abierta. En este marco, dos licenciadas en Psicología que se desempeñan en ámbitos clave de esta problemática hablaron sobre las señales que pueden revelar un caso de abuso infantil. Cecilia Navas, del Programa de Fortalecimiento Familiar, dependiente de la Dirección de Niñez, y Verónica Fernández Caussi, del Ministerio Público, hicieron hincapié en que es difícil descubrir si un niño o niña ha sido abusado sexualmente, sobre todo si no tiene secuelas físicas visibles como infecciones, marcas, lesiones o dolor genital. Pero recalcaron que hay 10 importantes signos que de forma indirecta pueden revelarlo. Y que no sólo los padres, sino cualquier adulto que forme parte de su entorno, deben estar atentos a los mismos, que generalmente tienen que ver con cambios notables en su conducta.

  1. Rechazo a lugares o personas. La víctima se niega a ir a lugares donde antes iba gustoso o no quiere ver a una persona con la que siempre quería estar y en la que confiaba (posible abusador).
  2. Rechazo al contacto físico. El niño o niña no quiere ni deja que lo abracen ni besen, cuando antes era muy afectuoso. Evita cualquier tipo de contacto físico aún con sus afectos.
  3. Cambios en la alimentación. El chico deja de comer como lo hacía habitualmente por el estrés de lo vivido. Los de más edad pueden desencadenar trastornos alimentarios.
  4. Cambios en el sueño. No duerme tranquilo por las noches porque aparecen las pesadillas y terrores nocturnos. Hace una regresión y sólo quiere dormir con sus padres u otro adulto.
  5. Regresiones. Así como siente la necesidad de dormir con sus padres, también sufre la regresión en cuanto al control de esfínteres. Vuelve a orinarse encima o en la cama.
  6. Mal desempeño escolar. Empieza a bajar las notas y a tener un mal rendimiento. Se dispersa mucho y le cuesta hacer la tarea porque toda su energía está ocupada en su angustia.
  7. Cambio de humor. Otro signo característico es el cambio drástico en su estado de ánimo. Se vuelve retraído y tiende a aislarse sin querer salir de casa. También es agresivo.
  8. Cambios en la higiene. Empieza a tener una excesiva o falta de higiene. Esto se debe al estrés o la culpa que siente. Siente vergüenza y no quiere que lo vean desnudo.
  9. Conductas hipersexualizadas impropias para la edad. Excede la curiosidad por los genitales, realiza juegos sexuales con sus pares o investiga los genitales de las mascotas.
  10. Palabra clave. Como el niño no sabe decir "esta persona me abusa", utiliza las palabras "me molesta" como sinónimo para poder expresar que esa persona le hace algo que no le gusta.
  • Cómo abordar el tema con los chicos

Así como es importante estar atentos a las señales de alerta de un posible caso de abuso sexual infantil, también lo es saber cómo abordar al niño abusado para que se anime a contar lo que le pasó. "En este punto el rol del adulto protector (padres, abuelos, docentes, etc.) es fundamental porque de su actitud depende que el niño pueda contar lo que le pasa o callar para siempre. No tiene que mostrarse enojado ni angustiado frente al niño y debe evitar frases como 'por qué dejaste que te hiciera esto' o 'por qué no gritaste'. Estas frases lo único que van a hacer es contribuir con el silencio del niño", dijo Verónica Fernández Caussi.


La especialista agregó que la mejor forma de proceder es diciéndole al chico "nada de lo que pasó es tu culpa", "sos muy valiente si te animás a contarnos" y "nosotros te vamos a ayudar". Esto le va a dar confianza y la sensación de contención para hablar.


En tanto que Cecilia Navas agregó que es indispensable que a los niños, desde muy pequeños, se les enseñe sobre el cuidado de su intimidad, sin esperar que aparezca un caso de abuso cercano para recién hacerlo. "A los chicos hay que hablarles en forma permanente sobre este tema y hacerlo de manera clara y acorde a su edad, pero usando las palabras correctas (pene, vagina,etc.), explicándole cuáles son sus partes íntimas y que nadie se las debe tocar", dijo Navas.


Ambas especialistas también coincidieron en la importancia de la aplicación de la ESI (Educación Sexual Integral) en las escuelas donde se les enseñe a los chicos acerca de estos temas.