La Casa Natal de Sarmiento abrió una nueva exposición en la que cuenta historias y hechos desconocidos que sucedieron dentro de ese museo. Quién devolvió a la casa el escritorio que era del Maestro de América, una anécdota de Sarmiento niño y hasta los detalles de un velatorio que se realizó en una de las habitaciones del monumento forman parte de esta interesante exposición. 

Esta muestra, que es ideal para turistas y sanjuaninos porque es novedosa, se realiza en el marco del Día Mundial de los Museos y estará abierta hasta el 31 de mayo. La entrada es gratuita y quienes quieran saber de estas historias podrán visitar la Casa Natal de Sarmiento. El lugar está abierto de lunes a viernes de 9 a 20,30; sábados y domingo, de 10,30 a 16 y los feriados, de 10,30 a 18. A continuación algunas de las historias desconocidas que se cuentan dentro del recorrido. 

ALGUNAS CURIOSIDADES

 

El perro de la casa
Cuanta una anécdota que a Sarmiento lo ataban a la silla porque se
escapaba, cuando tenía 3 años, y él decía que no era el “peyo” de la
casa. Ahí también se cuenta sobre los 15 hijos de Doña Paula,
que sólo 4 llegaron a ser adultos.

 

El escritorio devuelto
Según algunos documentos Sarmiento donó su escritorio
a un médico de apellido Videla. Este escritorio
fue devuelto por familiares de Videla a la Casa
después de que el mueble sobreviviera al terremoto
de 1944.

 

 

Cuarto oscuro dentro de la Casa
Al igual que los cuartos oscuros de la actualidad, en
las escuelas, la Casa de Sarmiento fue un lugar de
votación. Esto sucedió entre 1920 y 1937, según
documentos del Archivo Histórico y la Junta Electoral.

 

El aparador de Doña Paula
En 1938 el museo recibió un aparador que había sido
de Doña Paula y que lo tenía una familia de apellido
Antúñez. Ese mueble había sido donado a esa familia
por la nieta de Sarmiento y ellos lo modificaron y le
agregaron estantes.

 

Un velatorio en la casa
Entre 1939 y 1948 la casa era custodiada por caseros. Cuando
murió el marido de Reina Moscovich de Sánchez, el velatorio
se realizó en una de las habitaciones, que funciona como oficina.
Esta parada es la que más llama la atención.