La medida del Gobierno nacional en comenzar a usar 300 pistolas Taser en un plazo de 60 días no alcanzará a San Juan debido a que a nivel local no hay interés de tomar la misma decisión, en tanto que fuentes de 2 de las 4 fuerzas federales que están presentes en suelo sanjuanino indicaron que no recibieron ninguna notificación por el momento.

Aunque esté en este momento de licencia, el ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, afirmó ayer ante la consulta periodística que no ve como un momento oportuno adquirir las pistolas, por considerar que tienen un costo elevado y que la policía local está equipada para afrontar las necesidades de seguridad pública a nivel local.

Antes que Baistrocchi fuera consultado, fuentes del ámbito de la seguridad ya habían indicado que por el momento no está en la agenda del gobierno local adquirir las pistolas que despertaron polémica a nivel nacional ya en 2010, cuando mostró su interés el entonces jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Burzaco, quien actualmente es secretario de Seguridad de la Nación. La titular del Ministerio de Seguridad, Patricia Bullrich, firmó la resolución 395/2019 que anteayer publicó el Boletín Oficial, en la que se reglamenta el uso de este arma electrónica, que para algunos significa que no es letal, y para otros, que se asemeja a una herramienta de tortura.

Las armas comenzarán a utilizarse en 60 días, luego de que finalice el proceso de licitación y los efectivos sean instruidos. Las 300 armas serán distribuidas en Gendarmería Nacional, Policía Federal, Prefectura y Policía de Seguridad Aeropuertaria.

DIARIO DE CUYO consultó a integrantes de dos de las fuerzas a nivel local. El comisario Javier Galdeano Páez, jefe de la Delegación San Juan, indicó que hasta el momento no recibió ninguna notificación sobre el tema.

Y fuentes de Gendarmería afirmaron lo mismo: "Oficialmente no tenemos nada aún".

Burzaco afirmó que serán asignadas a grupos tácticos y al personal que trabaja en aeropuertos, puertos y estaciones de trenes. Aclaró que no podrán ser empleadas en manifestaciones. El personal debe recibir entrenamiento y ya comenzaron las capacitaciones. En San Juan eso no ocurre, según las fuentes consultadas.

El secretario agregó que la idea es que los efectivos la lleven como única arma, mientras que los integrantes de grupos tácticos podrán llevar ambas y evaluar el uso ante una situación determinada.

Bullrich aseguró que el uso de las pistolas electrónicas va a "mejorar las condiciones para la vida de la gente", ya que "utilizar un arma no letal siempre es mejor que utilizar una letal". Esas armas se emplearán "para inmovilizar, proceder a la detención o para impedir la fuga de quien manifieste peligro inminente de lesionar a terceras personas o de auto lesionarse; cuando deba ejercerse la legítima defensa propia o de terceras personas; o para impedir la comisión de un delito". Y completó que quienes la usen deberán identificarse como tales de viva voz, salvo que dicha acción pueda suponer riesgo".

Entre las voces contrarias a la resolución, Paula Litvachky, la directora de Justicia y Seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), afirmó: "Lo que vimos es que es inconstitucional y que tiene muchísimas falencias en términos jurídicos y políticos. El Comité contra la Tortura de la ONU señaló que estas armas causan un dolor muy intenso que puede ser considerado tortura. Además, en algunos casos muy particulares pueden causar la muerte".

Características del arma X26P

Un arma de electroshock es un arma diseñada para incapacitar a una persona o animal mediante descargas eléctricas que imitan las señales nerviosas y confunde a los músculos motores, principalmente brazos y piernas, inmovilizando al objetivo temporalmente.

El Gobierno nacional adquirió 300 unidades del modelo X26P. En el sitio web de la fábrica, la presentan como el "arma inteligente más pequeña y compacta, y su mango de diseño ergonómico fue creado con la facilidad de uso en mente".

Otra medida que podrá acarrear polémicas es que el Gobierno nacional compró las pistolas sin la cámara que registra el momento en que son utilizadas.